La ciudad de Puebla tienen un sinfín de leyendas urbanas ocultas en los rincones más emblemáticos, y el día de hoy te contamos una de ellas.
El puente ubicado en el Boulevard 5 de mayo tiene lugar uno de los sitios más escalofriantes de la capital poblana, uno de ellos: El Puente de Ovando, en el cual testigos afirman que frecuentemente ven el fantasma de un hombre, cuyo origen radica en un pasado triste y pasional.
La historia cuenta que la familia Ovando tuvo 2 hijos, un joven, y una hermosa dama, quien quería casarse con un joven que era de mediana posición, desatando así, la furia de padre al considerar que estaba traicionando su linaje,
-Pero padre, yo lo amo, exclamaba la bella joven.
- -¿Quieres casarte con un pobretón? ¡Primero muerto que viéndote pedir limosna en un puente!
Doblegada en su orgullo y entregada a sus sentimientos, un día en ausencia del padre, se entregó a su amado.
Sin embargo, su hermano se encontraba oculto en un armario y con furia tras ver lo que había pasado, le disparó al joven, pero no contaba con que su hermana se sacrificaría por su amado, quien murió a los pocos segundos.
Caído en luto y desgracia, el señor Ovando trató de mitigar su dolor entregándose a la bebida, lo que lo llevó a cruzar el puente a altas horas de la noche y, en un día lluvioso, distinguió la figura de una mujer a la entrada del mismo puente que pedía limosna
- -¿No me reconoces, padre? dijo la voz de ultratumba. Pido limosna y la pediré a toda tu descendencia porque a manos de tu familia he muerto.
Horrorizado, el hombre trató de huir, pero no llegó lejos ya que una extraña fuerza lo arrastró a la corriente del río, cubriéndolo por completo y el cuerpo del padre fue hallado días después, muerto.
Actualmente vecinos de Analco dicen que si se cruza ese puente pasada la media noche, un espectro con forma de mujer se aparece pidiendo limosna y, que si uno entrega una moneda como tributo, puede pasar libremente, y si no lo hace es arrastrado al cauce del rió y nunca se le vuelve a ver.
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