Puebla conserva el papamóvil que usó Juan Pablo II en su visita

El también empresario y arquitecto mostró a MILENIO Puebla uno de los mayores tesoros que guarda su colección.

Karol Wojtyla, su nombre secular, arribó a Puebla.
Carlos Morales
Puebla /

Eran las 12 de la tarde y el repique de las campanas en Puebla no dejaba de sonar. No era un domingo cualquiera, pues los poblanos se llenaban de júbilo en recibir a la máxima figura de la Iglesia católica de aquel entonces: el papa Juan Pablo II.

A 44 años de aquel suceso histórico, MILENIO Puebla trae a la memoria uno de los emblemas que "El Papa Viajero" o "El Papa Peregrino" dejó a su paso por la entidad ese 28 de enero de 1979: el papamóvil.

Hoy día el papamóvil permanece a resguardo.


Karol Wojtyla, su nombre secular, arribó a Puebla con el propósito de encabezar el tercer encuentro del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), pues había sido un compromiso de su predecesor Juan Pablo I, fallecido apenas meses atrás.

Ante la necesidad de un vehículo que permitiera viajar a Juan Pablo II por la República Mexicana, el padre Isauro Corona Báez se reunió con el entonces presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Carlos Sansores Pérez, a quien le bautizaría a uno de sus hijos.

A manera de pago, el político priista optó por donar un camión Dina tipo 532, modelo 1978, que sería utilizado para la campaña presidencial de Miguel de la Madrid Hurtado, pues consideró que le sería más útil a la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

"Señor, considero que para ustedes, para la religión es más importante ese vehículo y nosotros continuar con otro vehículo, entonces que se les quede a ustedes", fueron las palabras que Carlos Sansores dijo al padre Isauro Corona respecto al camión Dina, según el presidente del Club y Museo del Automóvil Puebla, Fernando García Limón.
Emblema de El Papa Viajero.

En entrevista, el también empresario y arquitecto mostró a MILENIO Puebla uno de los mayores tesoros que guarda su colección: el primer y único papamóvil mexicano, al que se le retiró el techo y las ventanas para que Juan Pablo II recorriera diversas ciudades del país, incluida la entidad poblana.

La unidad es de color blanco con gris y tiene líneas amarillas, mientras que al frente le fue colocada la bandera de El Vaticano como símbolo representativo de la Santa Sede. Tiene 21 asientos de color rojo y le fue adaptado un barandal para que el Papa pudiese sostenerse mientras bendecía y saludaba a la multitud que le iba saliendo a su paso para conocerlo.

La visita a Puebla

Tras arribar a la Ciudad de México, Juan Pablo II fue recibido en la residencia de Los Pinos por el presidente José López Portillo, con quien convivió por apenas unos minutos para salir rumbo a Puebla, donde se desarrollaría el Celam.

El Santo Pontífice tomó rumbo a la entidad poblana por la Calzada Ignacio Zaragoza, donde la multitud se reunió hasta llegar a la caseta de cobro de San Marcos, en los límites territoriales del Estado de México y Puebla.

"En San Martín Texmelucan le estaba esperando el gobernador, el doctor Alfredo Toxqui Fernández de Lara, su esposa Sarita. Estaban a un ladito de la carretera, bajó, lo saludó y se volvió a subir y se seguió hasta entrada a Puebla".

Juan Pablo II aún hizo escala en San Miguel Xoxtla donde fue recibido por empresarios de la acerera Termium, así como por curas y habitantes de municipios como Coronango, Cuautlancingo, San Andrés y San Pedro Cholula y del estado de Tlaxcala.

La unidad es de color blanco con gris.

En consecuencia, el papa Juan Pablo II llegó a la capital poblana por el Bulevar Hermanos Serdán y todavía se reunió en el Centro Mexicano Libanés con el entonces presidente municipal, Miguel Quiróz Pérez.

A pesar del desgaste del propio Juan Pablo II y del papamóvil, el lazo que ambos formaron les permitió recorrer algunas calles de la capital, como la 25 Poniente y la 16 de Septiembre, donde cientos de poblanos se formaron para recibir su bendición y vitorearlo hasta que arribaron al Seminario Palafoxiano, donde se desarrollaría el Celam.

Hoy día el papamóvil permanece a resguardo de don Fernando García Limón porque así se lo confirió el ex arzobispo de Puebla, Rosendo Huesca Pacheco. Si desea conocerlo, podrá hacerlo al visitar el Museo del Automóvil de Puebla, localizado en la 3 Sur 1501, en el Centro Histórico de la capital.

"Realmente es un honor y un privilegio, es una bendición poder tener y custodiar este vehículo que actualmente, a pesar de su deterioro, se conserva original. Se podría restaurar y hasta darle un baño de oro, pero pierde su originalidad, se le tiene que dar cuidado porque ahora ya es San Juan Pablo II".

Cabe destacar que el Papamóvil mexicano, ese camión Dina modelo 1978, todavía realizó dos viajes posteriores: el primero, para celebrar el vigésimo sexto aniversario de la visita papal a México de Juan Pablo II.

Si desea conocerlo, podrá hacerlo al visitar el Museo del Automóvil de Puebla.

La segunda, el 24 de junio de 2011, cuando el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, encabezó el retorno de las reliquias del obispo Juan de Palafox y Mendoza. El Papamóvil salió desde el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en el Paseo Bravo, para salir en procesión hacia la Catedral.

Historia de los papamóviles

Aunque el camión Dina que Juan Pablo II usó en su visita a la Ciudad de México y los estados de Puebla, Guanajuato y Jalisco es el más recordado por los mexicanos, la realidad es que a lo largo de la historia El Vaticano ha empleado diferentes vehículos para trasladar a las máximas autoridades eclesiásticas.

El primero en usar uno fue el papa Pío XI, ya que la automotriz alemana Daimler-Benz, hoy Mercedes-Benz, le regaló una pieza de su modelo Nürburg 460 Pullman, diseñada de forma exclusiva para él; sin embargo, se dice que dejó de usarlo porque le parecía ruidoso y desprendía un fuerte olor a gasolina, por lo que retomó sus viajes en carreta.

Durante los años siguientes también fue común que el papa saliera en caravana por las ciudades que visitaba a través de una silla gestatoria, a la que se le adaptan dos travesaños para ser llevada en los hombros por algún grupo de voluntarios, pero el último en usarla fue Juan Pablo I, predecesor de Juan Pablo II.

Posterior a su primera visita a México, cuando Juan Pablo II sufrió el atentado en su contra el 13 de mayo de 1981, El Vaticano reforzó las medidas de seguridad instaladas en el papamóvil para prevenir futuros incidentes que pusieran su vida en riesgo, dejando atrás el modelo Fiat Campagnola que lo acompañó durante más de un año.

El Vaticano reforzó las medidas de seguridad.

Otras marcas automotrices que han diseñado algún vehículo como papamóvil son Seat, British Leyland, GMC, Ford, Toyota, Land Rover, Lancia y hasta Ferrari, aunque también se han empleado marcas locales según el país de la visita, como ocurrió en Filipinas a la visita que hizo en 1995 con un modelo producido por Francisco Motors Corporation.

Asimismo, para la cuarta visita de Juan Pablo II a México, ocurrida en 1999, la sede en el país de General Motors habilitó un Cadillac De Ville Parade Phaeton. Aunque esa unidad fue bendecida no volvió a ser utilizada, siendo subastado y adquirido en 2009 por 57 mil 200 dólares por el Peterson Automotive Museum, que lo mantiene en exhibición.


HCM

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