La contaminación por metales en la Cuenca del Alto Atoyac está provocando daños a la salud de las personas que se encuentran a los alrededores en los estados de Puebla y Tlaxcala como enfermedad renal crónica y leucemias agudas, con mayor riesgo para niñas, niños y jóvenes.
De acuerdo con el “Primer informe estratégico para la comprensión de la problemática socioambiental de la región de emergencia sanitaria y ambiental de la cuenca del Alto Atoyac y recomendaciones para su atención integral”, del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), en la zona metropolitana de Puebla y Tlaxcala se presentan “externalidades” sanitarias, sociales y ambientales de consecuencias graves para las comunidades locales.
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El análisis advierte sobre riesgo y altas tasas de prevalencia a enfermedades renales crónicas y leucemias agudas entre la población por la exposición a agentes altamente tóxicos como metales pesados, arsénico, compuestos orgánico-sintéticos y varios plaguicidas, principalmente en la población infantil y adolescente.
Como parte del estudio, se muestran los resultados de tres distintos biomonitoreos que identifican que un gran porcentaje de la población de varias regiones de la cuenca que presenta tóxicos como arsénico, plomo, cromo, cadmio, varios plaguicidas y bifenilos policlorados (BPCs).
De la misma forma, el estudio destaca que entre la población alfarera de la región, se detect{o un porcentaje cerca de 90 por ciento de niveles por arriba de lo recomendado de plomo en sangre y efectos adversos en salud asociados a enfermedades cardiovasculares y renales, posiblemente relacionados con la exposición crónica a plomo y el resto de los contaminantes en la cuenca del Alto Atoyac.
A partir de análisis geoestadíticos de bases de datos oficiales de mortalidad e indicadores de contaminación en el río Atoyac, el estudio desarrollado por el Conahcyt revela que se encontraron que las tasas de mortalidad por enfermedad renal crónica (ERC) y leucemias agudas son elevadas; sin embargo, las tasas más altas se reparten zonas distintas: la enfermedad renal al oriente de la cuenca, en Tlaxcala, y leucemias al sur, en Puebla.
Ante los problemas y riesgos para la población, el estudio propone el desarrollo de acciones de incidencia específicas encaminadas a la defensa, promoción y mejora de la salud en las comunidades de la región como el desarrollo de sistemas de registro de enfermedades; la definición de una ruta de atención a leucemia infantil coordinada desde el Laboratorio de Citómica del Cáncer Infantil del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); la capacitación al personal de salud para la atención oportuna de enfermedades; medidas de sensibilización a la población general y estrategias de comunicación social e impulso a la investigación con enfoque participativo.
De la misma forma, el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) llamó a consolidar la restauración ambiental de la región y la recuperación y mantenimiento de la salud en sus comunidades, englobadas en el monitoreo ambiental, atención integral a la salud, y fortalecimiento a la legislación y política ambiental.
A la par, se destaca la necesidad de fortalecer la política de salud pública con tres pilares: las bases científicas, la seguridad alimentaria y la prevención y cuidado del ambiente. El primer elemento contribuye a que la población tenga más conocimiento sobre las causas y consecuencias en su salud; en tanto que la seguridad alimentaria es indispensable para la alimentación adecuada.
AAC