La contaminación de ríos como el Atoyac y el Aseseca, así como la disminución de contaminantes en el aire en la zona metropolitana, son parte de los pendientes en Puebla para mejorar las condiciones del medio ambiente.
De acuerdo con Raciel Flores Quijano, investigador del Área de Química de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), durante más de cuatro décadas la problemática de contaminación de los ríos Atoyac, Alseseca y sus afluentes ha ido incrementándose de manera notable derivado del crecimiento de la población y sus actividades productivas, especialmente la química, textil y automotriz como principales motores económicos de nuestra región,
Explicó que las acciones gubernamentales para detener la contaminación de los afluentes en Puebla fueron rebasadas tanto por la escasez de personal como por la cantidad de contaminantes físicos, químicos y biológicos vertidos por las aguas residuales domésticas e industriales.
“Tanto la Comisión Nacional del Agua como el SOAPAP han intentado recuperar estos cuerpos de agua con diferentes acciones, trituración del lirio acuático, construcción y operación de Plantas de tratamiento de aguas residuales, operativos de muestreo en descargas de aguas residuales de competencia municipal y federal, pero, no han tenido éxito”, destacó.
Destacó que la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección Ambiental (LGEEPA) establece que corresponde a los municipios la aplicación de las disposiciones jurídicas en materia de prevención y control de la contaminación de las aguas que se descarguen en los sistemas de drenaje y alcantarillado de los centros de población, así como de las aguas nacionales.
El investigador de la universidad poblana destacó que los diversos instrumentos de control que han estado utilizando las autoridades competentes como la Ley de Aguas Nacionales y las normas oficiales mexicanas, no han sido suficientemente efectivas para mejorar la calidad de los ríos que cruzan por Puebla.
“Es preocupante la situación ambiental en la que se encuentran nuestros cuerpos de agua superficiales en el municipio de Puebla y más preocupante que no se ve cómo pueda mejorar a largo plazo. Aunque es una situación de corresponsabilidad, es competencia de los tres niveles de gobierno, incluyendo a los estados de Puebla y Tlaxcala, establecer las acciones y sanciones a los responsables de las descargas fuera de norma”, explicó.
Por otra parte, el investigador destacó que durante el confinamiento provocado por la pandemia del covid-19, la calidad del aire en Puebla mejoró con relación a los índices que se tenían registrados en el mes de marzo del año pasado.
Dijo que esto es resultado de la reducción de la actividad económica en la entidad poblana y en el resto del país por la llegada del covid-19; y de acuerdo a los límites permisibles respecto a las normas de salud en donde los contaminantes que más nos preocupan son el ozono y las partículas suspendidas en el ambiente, que han sido las mínimas permisibles.
“El estado de Puebla por su ubicación geográfica, se encuentra estrechamente relacionado con los estados de Tlaxcala, Morelos, Hidalgo, Estado de México y la Ciudad de México, y todos ellos incluidos, forman parte de una cuenca atmosférica, en donde todo lo que se genere dentro de estas entidades se puede estar intercomunicando a través de los vientos dominantes que se presentan”, comentó el especialista.
mpl