El municipio de San Andrés Calpan es conocido por ser productor de los ingredientes para preparar el chile en nogada, uno de los platillos más importantes de la gastronomía poblana y de México. En la parte céntrica de esta localidad se encuentra el Ex convento de San Francisco de Asís, edificación del siglo XVI en cuyo interior hay un jardín donde los frailes plantaron la nuez de Castilla, la semilla esencial para la nogada.
En entrevista para MILENIO Puebla, Janeth Azomoza Espinoza, habitante de Calpan desde hace 40 años, compartió la historia de este convento. Mencionó que el edificio es considerado una joya arquitectónica de la época del virreinato, pues está conformado por un gran jardín, dos fuentes y cuatro capillas. En 1994, el recinto fue declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
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Azomoza señaló que la construcción del Ex convento de San Francisco de Asís de Calpan comenzó en 1548 bajo la dirección de fray Juan de Alameda, gracias a la petición que los franciscanos realizaron a Carlos V de España. Comentó que los frailes plantaron la nuez de Castilla en el huerto de este convento.
“Es fundado por los frailes franciscanos, ponen en este lugar un huerto y dentro de los productos que traen se encuentra la nuez de Castilla. Gracias a que esta región es propicia para el cultivo, se empieza a dispersar el fruto en la región y después en algunas partes de México y América Latina”, expresó.
Sobre el inmueble, destacó que se construyó con materiales y métodos que denotan su origen indígena. Muestra de ello son sus capillas posas a partir de piedra cantera, consagradas a san Francisco, a La Asunción, a san Juan Evangelista y a san Miguel.
“A la llegada de los españoles, como una forma de catequizar a los indígenas, se colocan cuatro capillas, una a la Virgen de la Asunción, otra a san Francisco, a san Miguel, la última a san Juan, están en los extremos del atrio”, mencionó.
Compartió que la capilla dedicada a la Virgen de la Asunción cuenta con dos ángeles que portan candelarias y otros dos incensarios, mientras los cuatro observan a la Virgen. En medio hay un jarrón que contiene lirios y una paloma que representa al Espíritu Santo.
Respecto a la capilla dedicada a san Francisco, en el relieve tiene dos ángeles y en medio de ellos está el escudo de los franciscanos, a su alrededor tiene cuatro monogramas que representan a María y a Jesús.
La tercera capilla fue construida en honor a san Miguel Arcángel, quien se encuentra en medio de los arcángeles Gabriel y Rafael. La última compete a san Juan, de la cual Janeth explicó que en su relieve tiene cuatro medallones que representan a los cuatro evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
La originaria de Calpan refirió que el interior del convento es austero. En el centro del patio hay una imagen del Sagrado Corazón de Jesús y actualmente en el convento aún existe una orden franciscana, donde viven los seminaristas y se ordenan para el sacerdocio.
“El convento está al cuidado de los franciscanos, ellos siguen viviendo aquí y siguen con sus actividades y celebraciones religiosas. Durante la temporada de chiles en nogada dan recorridos guiados por el convento”, dijo.
Janeth comentó que el templo está dedicado a san Andrés Apóstol, santo por el que se celebra la fiesta patronal cada 20 de noviembre. A decir de la originaria del municipio se realiza un novenario previo a la feria, con actividades culturales y artísticas, así como una procesión a lo largo de las principales calles del pueblo.
Cabe mencionar que por el sismo de 2017, la edificación sufrió daños en su estructura, principalmente, en el arco que se encuentra en la entrada, por lo que habitantes de la comunidad colocaron una estructura para evitar mayores daños, en espera de que el Instituto Nacional de Antropología e Historia determine cómo repararlo.
AFM