'Carmelitas Descalzas', una vida de servicio a Dios y al prójimo

Luz Elena Guevara, madre superiora, reconoce que en la actualidad hay sequía vocacional de los jóvenes.

En julio el convento cumplirá 74 años de haber llegado a la Comarca Lagunera. (Martín Piña)
Lili Figueroa
Gómez Palacio, Durango /

Dar un sí sin condiciones no es algo fácil ni frecuente, sobre todo dar un sí a Dios, puede llenarnos de miedo o de sorpresas, pero todo esto se lograría si descubrimos que él nos ama, justo es el caso de las hermanas del Convento Monasterio de Nuestra Señora del Sagrado Corazón y San José, mejor conocido como las Carmelitas Descalzas de Gómez Palacio, quienes conscientes de que en la actualidad hay sequía vocacional, ellas firmes en la gracia de haberle dado el sí, se entregan por completo al Señor a través de la oración contemplativa, para el servicio del prójimo.

En entrevista para MILENIO, sor Luz Elena Guevara Salas, madre superiora de dicho convento, el cual cumplirá en julio próximo 74 años de haber llegado a la Comarca Lagunera y 73 de su elección canónica, aseguró que falta vocación de parte de los jóvenes, tanto para la vida sacerdotal como para la religiosa. 

“De hecho yo soy la última que ingresó a este convento hace 13 años, una hermana y yo somos de las más jóvenes, soy la única lagunera, soy de Torreón, la mayoría de las hermanas son de fuera, una de las mayores es de Guadalupe Victoria, y las demás son de Oaxaca, Guadalajara, Ciudad de México, Aguascalientes, Zacatecas, pero ahorita la Iglesia está teniendo mucha sequía de vocaciones, pero es una situación que se vive a nivel mundial, no nada más las monjas, también el clero sacerdotal y algunos institutos, hay muchos jóvenes que les es difícil el compromiso, y sobre todo a largo plazo”.

Asegura que son pocos los jóvenes que son laicos comprometidos, o que están en proceso de discernimiento para llegar a consagrarse.

“Ahorita lo que busca la Iglesia es trabajar con ellos, en cuanto tengan proceso de discernimiento o procesos de proyectos de vida, más que llenar seminarios y conventos, que tengan un proceso de vida a largo plazo”.

Pasos a seguir para ingresar al convento

Al cuestionarle cuáles son los pasos que debe seguir una joven con inquietudes para ingresar al monasterio, explicó, “la chica interesada se pone en contacto con nosotras, hacemos una entrevista, realizamos un proceso de discernimiento vocacional, para saber si ella tiene vocación a este estilo de vida, porque la vida de nosotras es muy peculiar, somos monjas íntegramente contemplativas, eso quiere decir que somos monjas de claustro, no tenemos apostolado activo, no trabajamos con la gente directamente, sino que nos dedicamos a la oración y contemplación, entonces nuestras salidas al exterior son mínimas, solamente para comprar lo necesario, nuestra vida es interna, tratamos de vivir en comunión y amistad con Jesucristo, en intimidad con la Virgen María nuestra madre y toda nuestra vida es adentro, muy pocas personas pueden ingresar al convento, por eso está esta división, que es la clausura”.

Una madre superiora está al frente en un periodo de tres años, y posteriormente hacen cambios.

Una vida en silencio total

La vida de las 'Carmelitas Descalzas' es en total silencio, dentro del convento no existe ruido, “tratamos de que sea un ambiente de silencio y soledad para encontrarnos con el Señor, y esta situación nos hace sensibles a las necesidades de la gente, y se las presentamos a Dios por medio de la oración, nosotras recibimos todas las peticiones, ya sea cuando nos visitan o por las redes sociales”.

A pesar de que la vida de las hermanas Carmelitas es muy sencilla, siempre al servicio de Dios en beneficio de las personas, asegura sor Luz Elena que lo más bonito de todo es, “que las personas de afuera hacen su vida normal, y a veces no tienen en cuenta que hay mujeres que se dedican al prójimo, llevando sus necesidades al Señor aunque no nos conozcan”.

En su día a día, las hermanas se levantan muy temprano, escuchan música moderadamente, según el tiempo litúrgico, a las 6:50 de la mañana asisten a misa, luego dedican un tiempo de oración ya sea personal o laudes y acción de gracias, platican un momento entre ellas, desayunan y enseguida, cada quien realiza sus actividades correspondientes.

¿En qué se ocupan y cómo subsisten?

“Una hermana hace hostias, otra cose ornamentos, otra hace el aseo, otra se dedica a cuidar a la hermana mayor que tiene 95 años de edad, tiene 70 años de vida consagrada, después volvemos a rezar, más tarde a comer, y en la hora de recreación vemos noticias para informarnos cómo está el mundo, la Iglesia, las necesidades que hay, platicamos, y seguimos rezando, descansamos un poco, tenemos lecturas espirituales, el rezo del rosario particular, estudios, estamos en constante oración”.

Para subsistir, las Carmelitas se dedican a hornear galletas, repostería, hostias, rompope, venden comida, artículos religiosos, entre otras cosas, “y también nos sostenemos de la generosidad de la comunidad”.

¿Reciben visitas?

Las personas que deseen acudir al convento, ya sea para visitar al Niño Dios, a orar y aprovechar el silencio o bien comprar algún artículo, pueden hacerlo de lunes a viernes de 9:00 am a 8:00 pm, sábados de 9:00 am a 7:00 pm y domingos se cierra a las 6:00 de la tarde.

aarp


LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.