Chilangos buscan en el Monte de Piedad la 'cura' a crisis por coronavirus

Con la economía paralizada desde hace un mes y medio ante la pandemia por coronavirus, los mexicanos han comenzado a recurrir a empeños para tratar de hacer frente a la escasez de dinero.

Aunque cerraron una semana a inicios de abril, las casas de empeño reabrieron desde la segunda quincena para contribuir a la necesidad de liquidez de
Liliana Padilla
Ciudad de México /

José Luis Villalpando salió de su casa en Popotla y con una máquina de soldar y sus 77 años a cuestas, subió al metro, recorrió seis estaciones y llegó a una casa de empeño en Puente de Alvarado con la esperanza de llevarse unos mil 500 en el bolsillo para poder solventar algunos gastos inmediatos.

Soldador desde hace más 50 años, José Luis tiene algunos trabajos todavía, pero sus ingresos bajaron un 80 por ciento desde que inició la crisis por covid-19. Le recomendaron ir al Monte de Piedad y empeñar una de las máquinas portátiles que no está utilizando.

Pero la ilusión le duró muy poco. No se la aceptaron.

Decepcionado regresó a su casa a pensar cómo hacer frente a los gastos que han superado los pocos trabajos que le han caído, lo mismo que la ayuda del gobierno. “Preferiría que me dieran trabajo a que me den unos cuantos pesos”, relata, mientras descansa en el suelo el peso de la máquina soldadora.

Como él, muchos mexicanos han comenzado a recurrir a casas de empeño, ante la falta de ingresos. Aunque cerraron una semana a inicios de abril, reabrieron desde la segunda quincena de abril para contribuir un poco a la creciente necesidad de liquidez de muchas familias para quienes la pandemia ha profundizado su precaria situación económica.

Las joyas son lo más socorrido para obtener recursos. Así ha sido para casi medio millón de personas que han acudido al Monte de Piedad en busca de recursos desde el 18 de marzo, fecha en que todo comenzó.

La crisis económica por la emergencia sanitaria que arrastra al menos seis semanas de falta de ingresos fijos también golpeó a la familia de Eugenia. La mayoría de sus integrantes se dedican al comercio. Ya sienten los estragos de la falta de ventas. A dos de sus hijas, las que no trabajan en el negocio familiar, las descansaron de sus empleos sin salario.

Acudió a la sucursal del Monte de Piedad en busca de alguna alternativa antes de perder su carro. El refrendo adicional que les otorgaron como una de las medidas de apoyo de la institución es la única opción. “No tenemos de dónde sacar dinero, ahorita es imposible vender la casa y me voy a mi casa a ver cómo le haré para poder pagar el préstamo y no perder mi carro”, platica a su salida de la visita que hizo a la casa de empeño.

Conrado Monroy, gerente regional del Monte de Piedad explicó a MILENIO que esa institución tomó diversas medidas en apoyo a la gente que hoy más que nunca requiere liquidez.

Se implementó un cuarto refrendo prendario, medida que también contribuye a evitar aglomeraciones en las sucursales que permanecen abiertas, pues solamente operan 100 de las más de 300 que hay en todo el país.

“Ellos van a tener esa posibilidad para recorrer su fecha y tener esta oportunidad de no descapitalizarse o no perder sus prendas, esto hace que tengamos estabilidad y no tengamos exceso en el número de visitantes, también recorrimos fechas de comercialización. Las prendas que se vencían del 27 de marzo al 30 de mayo, se recorrieron 30 días, para evitar que la gente se desbordara en nuestras sucursales”.

Virginia fue una de las beneficiarias del préstamo prendario. Llevó algunas alhajas y esclavas al monte. Regresó a su casa con un poco de dinero que significa un respiro para su familia y una boleta que espera poder pagar en algunos meses cuando la pandemia le permita reponerse y recuperar artículos de alto valor sobre todo sentimental que hoy, ayudar a enfrentar la difícil situación económica.

nerc

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