Los vagoneros en el Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México se adaptan a la pandemia por covid-19, que desde hace 20 días mantiene al grueso de la población en cuarentena, ya que cambiaron de mercancía para vender cubrebocas.
Para poder sobrevivir a esta emergencia sanitaria, estos comerciantes callejeros ya no venden discos, ni chicles, ni audífonos, ni dulces o las cosas cosas que usualmente se podían ver en un día normal de trabajo.
Ahora la mayor parte de ellos se enfocan en la venta cubrebocas. Unos los dan a 10 pesos, mientras otros en 4 por 10 y aunque saben que no son los recomendados, reconocen que necesitan adaptarse a la situación para poder llevar un sustento a la familia, a pesar de los riesgos que esto conlleva.
“Antes vendía lo que eran audífonos, pilas, todo barato y ahorita me dedico a vender cubrebocas por la pandemia del covid-19, esto es lo que se esta vendiendo más. No hay economía en este momento, ahorita está muy bajo todo, las ventas, comercio.
"No es como antes, se bajó mucho el negocio y para sobrevivir hay que llevar el pan de cada día a mi casa. Pues el riesgo no es que te contagies de algo, de estornudar, de toser o cualquier cosa, el riesgo ahorita es de cuidarte de los policías de que te llevan al juez cívico, te están cobrando una multa de 950 pesos o si no un arresto de trece horas”, declaró para MILENIO José Alfredo Gerónimo, comerciante informal del Metro.
Por su parte, Mario Hernández, otro vagonero reconoce que los tapabocas que tiene a la venta no son los adecuados, pero necesita dinero para poder subsistir, pues si tuviera el dinero de la multa que se les impone, mejor se quedaría en casa y no se arriesgaría a contagiarse de coronavirus.
“Vendo cubrebocas y yo sé que él cubrebocas no cumple con los rangos de calidad, pero pues es lo único que hay ahorita para vender. Con esta epidemia ya ni para vender audífonos, ya no puede uno vender nada más que el puro cubrebocas para subsistir”, explicó a MILENIO.
Sin importar el nivel de contagio y toreando a los policías, estos comerciantes seguirán saliendo a las calles para intentar vender en el Metro sus productos y así sobrevivir como tantas personas que no tienen un sueldo fijo y viven al día.
tm