El covid-19 ataca por sorpresa y sin distinción, y para la familia del joven leones Hugo Nieto la vida dio un giro total cuando Don Juvencio dio positivo al virus Sars-Cov2, enfermedad que no solo puso en riesgo su vida si no que para su atención se requirió una inversión de un millón 700 mil pesos en gastos médicos en una clínica privada.
“Dentro del hospital los gastos fueron de un millón 700 mil, más los honorarios médicos que eran 16 mil pesos al día, esto del equipo de los cuatro médicos que lo atendían”, explicó Víctor Hugo Nieto, quien hoy agradece tener a su padre con vida.
“De entrada son 15 mil pesos de diagnóstico y a partir de ahí te dicen que pasa, de entrada, te piden 75 mil pesos para que el paciente se pueda quedar un día internado ahí”, señaló.
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Fue una decisión sumamente complicada, pues ante hospitales públicos que cada día se llenaban más, la familia opto por acudir a una clínica privada.
A los gastos por honorarios se sumaban los propios de la atención en una de las pocas clínicas privadas locales facultadas para atender coronavirus, nunca imaginaron que cada día de los 26 que se mantuvo internado en Terapia intensiva tendría un costo de 130 mil pesos, 120 mil cuando fue trasladado a terapia intermedia y 50 mil pesos por habitación en Piso, los gastos en medicación corrían aparte.
“De medicamentos y de insumos, al día eran casi 100 mil pesos, se sumaba lo que costaba mantenerlo en la terapia intensiva y los médicos también eran otro gasto extra”, señalaron.
Don Juvencio, abogado, padre de tres hijos y amigo, pasó de ser un hombre activo y laborioso, a permanecer días sedado para que sus pulmones, que llegaron a un 25 por ciento de actividad se lograran recuperar, cuando parecía que por fin la batalla se había ganado, una infección por un hongo apareció y llevó a la familia a pagar hasta 300 mil pesos por un tratamiento que en el hospital era mucho más caro que en laboratorios externos.
“El puro insumo médico en el hospital costaba 300 mil pesos y en un laboratorio por fuera 62 mil pesos”, agregó su hijo al narrar tan difícil experiencia.
Aunque en determinado momento consideraron trasladarlo a otra clínica privada más accesible, los protocolos médicos impedían recibirlo y generaban aún más gastos; considerar los hospitales públicos se descartaba por los altos índices de ocupación, ya que Don Juvencio con hipertensión, diabetes y sobrepeso requería tener la mejor atención posible. Hoy fue dado de alta, venció al covid y se recupera con terapia de sus secuelas, la vida le dio una nueva oportunidad y una gran lección “El coronavirus es real, existe y todos somos vulnerables”