Ante la paralizada actividad comercial en la industria del calzado luego de la actual contingencia sanitaria generada por el coronavirus en varias partes del mundo, los representantes de dicha Industria en Latinoamérica, expresaron una profunda preocupación por la recuperación de la economía al retomar sus actividades frente a la gran proyección que se espera para la economía de Oriente, por lo que en conjunto propusieron medidas a desarrollar para generar una estrategia de reinserción a la normalidad, además de moderar e incluso, neutralizar, el desborde de importaciones de origen China.
A través de un comunicado, los representantes del ramo en Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guatemala, México, Paraguay, Uruguay y Venezuela manifestaron su compromiso con las medidas sanitarias establecidas por las autoridades, cumpliendo estrictamente el aislamiento preventivo; por lo que la fabricación, la distribución y la comercialización de calzado hoy se encuentran completamente paralizadas, lo que ha provocado que todas las empresas del sector enfrenten profundas dificultades para asegurar su sustentabilidad y la de los puestos de trabajo.
Con dicho panorama, además de la necesidad imperante de que en cada uno de los países se apoye en la preservación de inversiones, capacidad productiva y los empleos del sector, la industria muestra una profunda preocupación ante la capacidad de daño que la producción de calzado de Oriente generará a la producción latinoamericana; por lo cual se propone desarrollar medidas de comercio justo, legal y equitativo ante un posible desborde de importaciones de origen China, India, Vietnam e Indonesia, que se encuentran en el podio de los mayores productores mundiales de calzado.
Así, se encuentra imprescindible, el avance del desarrollo de medidas transitorias coordinadas a nivel regional como la aplicación de salvaguardia, dumping y/o todas aquellas necesarias que permitan mitigar el difícil momento por el que atraviesan; puntualizando también la priorización de la salud, se mantienen a la espera de comenzar la producción y aportar a la economía como industria intensiva en mano de obra que tiene un alto impacto social por los empleos que ocupa.
Por ello, se propuso también la implementación de protocolos de sanidad para regresar gradualmente a la actividad con las medidas sanitarias necesarias para preservar la salud de todos los trabajadores y empresarios, desarrollando asimismo protocolos de comercio para la comercialización y distribución del calzado.