Mientras gran parte de negocios no esenciales reactivan en cierto porcentaje sus ventas, las librerías tapatías se tambalean ante la nueva normalidad del comercio de la cultura.
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Muestra de ello es El Desván de Don Quijote, una de las pocas librerías de viejo que han persistido pese al vacío cultural y económico del país. Don Macario Zamora, su propietario desde hace 15 años, precisó que la compra-venta de libros ha decrecido 80 por ciento desde el inicio de la pandemia de covid-19 en la ciudad.
“Desde que inició esta pandemia, hace cuatro meses, bajó el 80 por ciento las ventas, en todas las librerías, no nada más en la mía, ya que tenemos contacto con todos los libreros de Guadalajara", señaló.
Si El Desván se ha mantenido en pie, es gracias a los clientes de antaño y a los lectores asiduos, precisó.
"Afortunadamente tenemos muchos amigos, lectores de años y esos amigos han sido los que han continuado visitándonos y nos han estado haciendo compras a través del teléfono, más o menos son clientes que oscilan entre los 40 y 70 años”.
El librero señaló que a partir de su reapertura en el mes de julio, ha observado una tendencia significativa en la adquisición de libros de superación personal y de best-seller, estos comprados por los clientes más jóvenes.
La contingencia sanitaria ha traído efectos diversos en el mundo editorial, entre ellos, que las casas editoras pongan a disposición de los lectores cada vez más textos en formato digital; y el acortamiento del mercado existente entre ambos, pues la tendencia es que quien quiere comprar un libro acuda directamente a la editorial. Don Macario lamentó este panorama en el que las librerías se vuelven de a poco prescindibles.
“Es muy triste porque estamos viendo que las librerías no están cerrando pero la mayoría de librerías nuevas van a cerrar, y van a cerrar porque el cliente ya está recurriendo directamente a las editoriales, y con esto de que las editoriales pusieron en línea todos sus libros pues entonces creo que tiene más problemas las librerías de [libros] nuevos que nosotros las librerías de usado”, expresó.
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Incluso la modalidad virtual a la que se vio orillada la educación por la pandemia, ha afectado a las librerías, pues ha impactado en la comercialización de libros de texto para estudiantes.
"En el caso de nosotros tenemos muchos libros de texto y desde que empezaron las dos cuarentenas pues no se ha movido ningún libro de texto, han estado muertos", dijo.
Esta librería alberga un estimado de 56 mil ejemplares que abordan temas de filosofía, historia, literatura clásica, entre otros.
Como alternativa para subsistir, el gremio inició una campaña de librerías rodantes con tres camiones que recorren diversos puntos de la ciudad.
JMH