Los cultivos se vistieron de rojo, blanco, rosa y amarillo, sin embargo, estos colores y olores de las flores no llegaron a los hogares para festejar a las madres o a los panteones este 10 de mayo, pues el covid-19 no permitió la venta y dejó en la quiebra a los floricultores de la región de Atlixco.
“El coronavirus nos llevó a la quiebra total y no tenemos para comer, todos nuestros planes se fueron a la basura, así como nuestra a producción”, aseveró Florencia Chantes, productora de flores del municipio de San Juan Tianguismanalco.
Durante un recorrido realizado por Milenio Puebla, la floricultora destacó que el gobierno no es “parejo” con los sectores de la población, pues durante la pandemia se les brindan las facilidades y apoyo a las empresas grandes, sin embargo, para el campo no han volteado los ojos para brindar apoyos económicos.
Portando un sombrero y guantes especiales para realizar la poda de las rosas, con el coraje entre las venas, la productora de flores mencionó que desde que comenzó la pandemia, ninguno de los tres órdenes de gobierno ha presentado programas para el apoyo al campo.
“El coronavirus nos llevó a la quiebra total, estamos en ceros, al cerrar la actividad comercial, no logramos colocar nuestras flores en el mercado y ahora lo que estamos haciendo es tirar más del 70 por ciento de producción porque no se vende y quienes lo están haciendo es a bajo costo, pero en nuestro caso no nos conviene porque invertimos más de lo que recuperamos, es una situación demasiado complicada”, expresó la afectada.
En sus cultivos, señaló que el plan era obtener ganancias de 15 mil pesos por más de 10 surcos de rosas de diferentes colores, las cuales se venderían previo y durante el 10 de mayo.
Asimismo, precisó que invirtió 8 mil pesos y en este año no obtuvo nada de ganancia, por lo que de esta cosecha “no tuvo ni para comer” y la mayor parte de la producción se fue a la basura.
“A nosotros, los campesinos, nos dejan más abajo de lo que estamos, a las grandes empresas como los supermercados no les prohíben, no les cierran el comercio y a los pequeños sí”, reprochó.
Con 20 años de experiencia como floricultora, mencionó que, en este corte de rosas, tenía una producción de “cien gruesas”, esto quiere decir que cada una de ellas cuenta con 140 flores que dan un total de mil 400 rosas de diferentes colores y variedad.
Narró que para el 2020 se cuenta con una nueva variedad de rosas como es la denominada “hermosa”, que es de color rosa pastel, a la que le seguía de preferencia en el mercado la de colores rojo y blanco, ésta última que cuenta con aroma.
Por su parte, la señora Emilia Munguía, productora de girasoles, indicó que solo acudió a sus cultivos para podar sus flores, debido a que también fue pérdida total, toda vez que la gente está en sus casas.
De igual forma, comentó que al estar cerrados los panteones, las ventas se desplomaron, por lo que lo único que le queda es realizar la poda de las flores y dejar que pase el tiempo y vuelva a retoñar el girasol.
mpl