Operadores de autobuses de turismo esperaban con ansias la Semana Santa para incrementar sus ingresos, pero la contingencia sanitaria por el coronavirus les mostró la peor realidad con la suspensión de actividades en todo el sector.
Carlos Ortiz tiene 20 años dando este servicio y nunca había vivido una situación similar.
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“Cuando fue la influenza paramos como dos semanas, no hubo tantas pérdidas, pero ahora ya es desesperado”, dijo.
A un mes de que se detuvieron las actividades, los ahorros se acaban y el ingreso en su casa disminuye.
“Las empresas también están parando y mis dos hijos ya no tienen ahorita tampoco, el único ingreso que queda es el de mi esposa, pero ya también la mandaron a la casa”, agregó.
Los conductores, secretarias, mecánicos y más personas que dependen del sector turismo han tenido que trabajar en lo que se pueda o vender sus bienes.
“Ya empeñé todo porque los servicios los siguen cobrando, ya no sé qué vamos a hacer”, mencionó Abel Castillo.
Unas 300 personas que se dedican a este servicio se reunieron en la Alameda para pedir de forma urgente al Gobierno Federal una solución.
“Que reactiven el sector turismo con todas las precauciones, somos muchas familias que vivimos de esto y ya no sabemos cómo vamos a pasar más días así”, señaló Luis Carlos Lee, vocero de los trabajadores.
Los operadores independientes señalaron que ninguna autoridad los ha buscado para brindarles opciones de trabajo o un apoyo durante la contingencia.