Al volver los templos a reabrir sus puertas los fines de semana, la Iglesia Católica exhortó a los ciudadanos a acatar estrictamente las medidas sanitarias para evitar que la economía y los actos religiosos se paralicen de nuevo.
Tras encabezar la primera misa dominical en la Catedral de Monterrey con fieles presentes, el arzobispo Rogelio Cabrera López agradeció la oportunidad que se les ha brindado de volver a retomar sus actividades.
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“Quiero animar al pueblo, con todas las precauciones debidas, que nos incorporemos a la celebración dominical y a la eucaristía que por ella misma es siempre presencial, pero en tiempos de pandemia lo entiendes, no todas las personas tienen la capacidad de asistir, pero aquellos que sí puedan que asistan”, dijo.
Por más de un mes los templos religiosos solamente pudieron operar en un pequeño porcentaje de ocupación de lunes a viernes, cerrando sus puertas los fines de semanas.
Para evitar que los índices de contagios y muertes por covid-19 se vuelvan a disparar en la entidad, Cabrera López pidió a los párrocos encargados de las iglesias hacer cumplir los protocolos sanitarios y negarle la entrada a quien no quiera usar cubrebocas y gel antibacterial o tomarse la temperatura.
“A los párrocos y encargados les queremos pedir que sean muy esmerados en cumplir con esta responsabilidad, porque no queremos que vuelva a ocurrir que se cierre de nuevo la celebración, depende de todos los ciudadanos, esperemos que haya movilidad para poder sobreponernos a las grandes necesidades que hay”, mencionó.
La Arquidiócesis de Monterrey a través de sus distintos medios digitales continuará transmitiendo los actos religiosos, con la finalidad de que la población considerada como vulnerable participen en ellos desde sus casas.
A unas semanas de iniciar un nuevo periodo de catequesis, el arzobispo detalló que por el momento estas actividades no se desarrollarán de manera presencial, por lo que buscarán que de manera virtual los niños continúen con la enseñanza religiosa.