Las ventas de Karen Lara bajaron un 80 por ciento desde que comenzó la pandemia por coronavirus SARS-COV-2 que causa la enfermedad covid-19. Cuando le dijeron que su negocio tenía perfil de no esencial, cayó en depresión pero finalmente esto la fortaleció para innovar y salir adelante.
Karen tiene un local en Ciudad Madero de ropa artesanal y recientemente trajo de Puebla cubrebocas artesanales, esto causó que sus ventas se elevaran hasta un 40 por cierto. Ella cerró su local por la contingencia sanitaria causada por el coronavirus, lo que la impulso a tomar la decisión más difícil, tener que despedir a uno de sus empleados, porque no había ingresos que pudieran respaldar algún sueldo.
Compartió a MILENIO Tamaulipas que "cuando te dicen que eres un negocio no esencial, uno entra en pánico y en depresión".
En su andar de encontrar maneras de ventas, junto con un amigo de Cohauila, consiguieron el contacto con una artesana del estado de Puebla, quien les provee de cubrebocas, los que son bordados y que tienen la esencia del folklore mexicano.
Las redes social, su fuerte
La joven comerciante que es licenciada en mercadotecnia, destacó que a través de esta labor se impulsa el producto local, que en este momento ayuda al problema de salud que se padece en el mundo y el país.
Aseguró que su negocio vende calidad, que hizo la prueba del spray y encendedor, porque quienes podrían interesarse en la mercancía, era vital comprobar el gran valor que tiene, no sólo vender algo bonito, sino que ayude, porque además, su precio está al alcance de los ciudadanos.
La emprendedora destacó que a raíz de la cuarentena, muchos tenían como principal prioridad la comida y el como cuidarse, es por ello, que los cubrebocas artesanales hoy son su fuerte venta, pues logró conseguir que éstas subieran a un 40 por ciento.
"Lo primero que pensaba la población, era en comida y en cómo cuidarse, por los gastos que quizás implica la cuarentena" refirió.
GINS