El trabajo sexual es de por sí un oficio de riesgo, pero en cuarentena por coronavirus lo hace aún más peligroso, las 300 personas que se dedican a esto en la zona sur no pueden dejar de laborar, la situación las ha obligado a cambiar su forma de prestar su servicio, ya no salen a la calle, tienen que cobrar hasta un 40 por ciento menos y verifican que sus clientes no tengan cuadro gripal.
Para Lily hace dos semanas que la situación se complicó, ella mantiene a su mamá y además su casa, desde hace siete años es sexoservidora, a veces sale a la calle a buscar clientes y también atiende a domicilio.
De cinco servicios diarios que podía hacer en días normales, en este momento solo realiza uno, de los mil pesos que cobraba por dar un servicio completo, que incluye relación sexual y trato de novios ha tenido que bajar su tarifa a 700 pesos.
Por la cuarentena quedaron suspendidas sus largas caminatas por el centro de Tampico y Madero, prefiere atender a puros conocidos, que tiene su teléfono y le marcan, "la pregunta obligada ahora es ¿tienes gripa mi amor, o tos?, si es así les digo que por el momento no se puede y es un cliente menos".
Al llegar al hotel se toman algunas medidas de higiene, "por ahora el trato de novios, que incluye besos en la boca ha quedado suspendido, que es uno de los servicios que más me piden, hay que evitar toser y pues la higiene normal hay que bañarse antes y después".
El riesgo es grande, ellos reiteran que es una moneda al aire, algunas han comprado termómetros y piden al cliente checar su temperatura, las y los sexo servidores también lo hacen para garantizar seguridad al usuario, usan cubrebocas y gel antibacterial al llegar, durante la actividad nadie lo acepta.
Las autoridades de Salud no les dieron algún tipo de recomendación, ellos mismos decidieron no salir a la calle porque cerraron todos los giros donde ejercen, sin embargo la falta de dinero ha comenzado a apretarles y han empezado a organizarse.
Las asociaciones pro de los derechos sexuales y de los y las trabajadoras sexuales han sido las que les han hecho saber algunas normas para poder laborar si exponerse tanto al coronavirus, los guantes, cubrebocas y el gel antibacterial lo consiguen ellos.
Sherlyn es sexo servidora pero también se dedica a otras cosas, hace shows travestis y por las mañanas ayudaba a su mamá que vende comidas, sus tres actividades están paralizadas.
"En mi trabajo es inevitable el contacto físico, pero hay que comer, desde hace un mes las fiestas donde hago show comenzaron a bajar, hace dos semanas de plano no hay nada ahí, en el sexo servicio los clientes me bajaron mucho, ahora si acaso puedo atender a una persona por día, porque muchos son casados y en cuarentena no tienen pretextos para salir de su casa, la venta de comida pues también ha caído, en este momento mi mamá y yo, pero principalmente yo que me hago cargo de mis dos hermanos que van a la escuela, estamos muy despertadas".
Ambas confirman que muchas chicas se han ido a trabajar a otros estados donde todavía se permite el funcionamiento de bares y discotecas, sin embargo más de la mitad no ha podido moverse de la zona sur de Tamaulipas.
- Te recomendamos "A esta hora del año pasado, la mercancía se terminaba": Comerciantes Comunidad
GINS