El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) está plagado de viajeros que se encuentran varados luego de que sus aerolíneas han cancelado vuelos ante la pandemia de Covid-19.
En un recorrido hecho por MILENIO se constató que la gran mayoría de usuarios del AICM lleva, además de su equipaje, cubrebocas como parte de las medidas para evitar la propagación de la enfermedad que esta mañana fue declarada formalmente en Fase 2.
Quien decide usarlo lo porta en todo momento desde que entra por los múltiples accesos del lugar, que no cuentan con medidas sanitarias como el uso de gel antibacterial o la revisión de temperatura en ese punto, hasta que aborda... o mientras espera un nuevo vuelo.
"¡Parecen astronautas!", le dice un trabajador de limpieza a un compañero que le ayuda con las labores de trapeado, mientras los dos observan las largas filas que se hacen para intentar reprogramar vuelos cancelados.
Los que corren con la suerte de encontrar un vuelo que no se cancele, hacen sin mayor protocolo de emergencia filas para documentar su equipaje y para pasar hacia la zona de abordaje.
En ese punto, personal de seguridad además de exigirles presentar su pase de abordar y una identificación oficial como dicta la norma, también les toman la temperatura con un dispositivo infrarrojo digital y les brindan gel antibacterial gratuito.
A los costados de dichas entradas, tanto nacionales como internacionales, se han dispuesto mesas en donde los usuarios deben llenar un cuestionario de identificación de factores de riesgo.
Entre las preguntas que deben responder está qué países han visitado en los últimos 14 días detallando nombre de la ciudad o ciudades en las que estuvieron y la fecha de salida.
También se les interroga si han estado en contacto con un caso confirmado "del nuevo coronavirus", de contestar afirmativamente deben detallar la fecha de contacto.
Igualmente se les cuestiona si tienen algún síntoma propio de la enfermedad como tener una temperatura de 38 grados o más, estornudos y/o tos frecuentes, malestares, dolores de cabeza o cualquier problema de salud agudo además de dificultad para respirar con normalidad.
Los usuarios que llenen el cuestionario además de proporcionar su información personal debe facilitar pormenores sobre su viaje como la aerolínea en donde contrató el servicio, el numero del vuelo y el número de asiento asignado y por último debe firmar la papeleta.
Tras pasar esa primer barrera, los viajeros son conducidos a las bandas de inspección dónde se revisa a profundidad el equipaje en busca de armas, drogas y demás artículos prohibidos. El personal que cumple dicha misión porta en todo momento porta cubrebocas y guantes de látex.
En lo que respecta a los trabajadores de los múltiples negocios que existen en el AICM desde restaurantes, tiendas de recuerdos, tiendas de conveniencia, casas de cambio, renta de autos, entre otros, se observa que muy pocos portan cubrebocas o guantes de látex. Como si su uso fuera más bien una decisión personal, más que una medida institucional ante la pandemia.
Acusan a aerolíneas de cancelar vuelos y no devolver dinero
El ánimo general de los viajeros varados es de desaliento, frustración y enojo por la cancelación de viajes sin previo aviso y sin que se les dé una respuesta clara de cuando se podrá reprogramar el servicio.
Algunos de ellos que pidieron permanecer en el anonimato por temor a represalias económicas, confirmó a este diario que las cancelaciones son, en su gran mayoría, por culpa de la emergencia que se vive por la pandemia pues ésta disminuido enormemente el número de pasajeros en los distintos vuelos.
Algunas de las aerolíneas que han cancelado vuelos a distintos destinos, de acuerdo con el sondeo son Interjet, Viva Aerobus y Volaris.
Selene y Antonio son una pareja mexicoamericano que radica en Chicago, pero vino de vacaciones a México. La semana pasada estuvieron unos días en Cancún y pensaban visitar Culiacán con una escala previa en Guadalajara este martes.
Sin embargo, al llegar a la Ciudad de México para hacer la conexión hacia Guadalajara personal de Interjet, empresa donde habían contratado el servicio para su traslado les informó que se había cancelado; como una opción para resolver la situación les ofrecieron pagar una diferencia y viajar directamente a Culiacán por la tarde.
Aceptaron la oferta, a pesar de que implicaba un gasto extra, pero unas horas después les informaron que también se cancelaba y que debían esperar hasta nuevo aviso. "No nos quieren devolver nuestro dinero", abundó Antonio con el semblante descompuesto por la frustración.
"Yo creo que voy a cancelar mi tarjeta para que no proceda el cargo extra, pero aún lo estoy dudando porque no he resuelto mi hospedaje y nos quedaríamos sin dinero...cargar efectivo es peligroso", explicó.
Antes de despedirse Selene dio algunos detalles del nuevo plan que están maquinando para no quedarse varados en la capital, "la opción que nos queda es rentar un auto y llegar hasta Culiacán por tierra".
EB