Las dos principales centrales de autobuses de la Ciudad de México no realizan medidas especiales ante la pandemia del coronavirus Covid-19.
En un recorrido hecho por MILENIO en la Central de Autobuses del Norte y la Terminal de Autobuses de Pasajeros de Oriente (TAPO) al inicio de la Jornada Nacional de Sana Distancia para prevenir la propagación de la enfermedad, se constató que las actividades siguen con regularidad cotidiana a pesar de la baja afluencia de usuarios.
Además de sugerir el uso de cubrebocas, sanitizar manos y superficies de uso común, la Secretaría de Salud ha recomendado suspender temporalmente las actividades no esenciales a partir de este lunes.
La mayoría de los viajeros que llegan o salen de la capital con destino a distintos puntos del país no portan cubrebocas en ninguna de las dos centrales.
Sólo algunos trabajadores entre maleteros, personal de seguridad, limpieza y expendedores de negocios de alimentos portan cubrebocas en el lugar de manera permanente en ambas estaciones.
Mientras que en algunos mostradores se pueden observar algunas botellas de gel antibacterial dispuestas para los clientes quienes en su mayoría les ignora al momento de hacer una transacción.
En las entradas a la Central Norte no se cuenta con gel antibacterial para que todo aquel que entra o salga del lugar sanitice sus manos, tampoco se hacen exámenes sanitarios de otro tipo como la toma de temperatura.
Por su parte, en la TAPO unos carteles con los logos de la central camionera y del gobierno federal custodian una mesa de madera en la entrada que baja desde la estación San Lázaro del Metro. Sobre la mesa se colocó una botella de gel antibacterial de no más de un litro que puede ser utilizada por cualquiera que pase por el lugar pues también sirve de conexión entre las distintas líneas del Metro y el Metrobus que confluyen.
Al interior de la TAPO se instalaron de manera aleatoria algunos carteles que enumeran recomendaciones para evitar el contagio, como evitar los viajes internacionales, por ejemplo.
En las sala de llegadas nacionales de la Central del Norte algunas personas esperan el arribo de sus familiares o conocidos en las bancas metálicas dispuestas para ello. Sin embargo, la gran mayoría no guarda la distancia recomendada de un metro y medio entre cada persona. El mismo fenómeno se presenta en las distintas salas de espera de la TAPO.
En las salas de abordaje las únicas medidas sanitarias son botellas de gel antibacterial dispuestas en las líneas de revisión de maletas que son ignoradas por la mayoría de los viajeros.
El personal de seguridad, que inspecciona el equipaje de manera manual o por medio de una banda de Rayos X, porta cubrebocas pero muy poco de utilizan guantes de látex y tampoco recomienda al usuario el uso del gel antibacterial antes o después de la inspección en busca de armas o drogas.
En los andenes de ambas estaciones tampoco se observan protocolos extraordinarios y los viajeros descienden o ascienden indistintamente de los autobuses tras mostrar su boleto sin hacer uso, en ningún momento, de cubrebocas de manera obligatoria o sin que se les pida sanitizar sus manos con gel antibacterial.
Los choferes quienes son los encargados de corroborar los boletos de los usuarios en dichas revisiones tampoco portan cubrebocas o toman otro tipo de medida sanitaria ante la pandemia.
EB