Al día de hoy, con más de 200 mil muertes por el covid-19, México no tiene un registro oficial de niñas, niños y adolescentes que, como resultado de la muerte de su padre o madre o incluso los dos, hayan quedado en la orfandad.
Trabajar para la obtención de ese conteo “es un reto fundamental que afrontan las autoridades”, consideró la secretaría ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), Brenda González García, y agregó que es urgente que se tomen “medidas conjuntas para proteger personas menores de edad en orfandad motivada por la muerte ya sea de madre o padre por covid-19”.
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En un comunicado de prensa de la Secretaria de Gobernación se señala que, durante la segunda jornada del foro virtual “Problemática bio-psico-social infantil, derivada de la orfandad por la pandemia por COVID-19 en México”, alrededor de 42 por ciento de esas muertes eran jefas o jefes de familia.
Se Señaló que, en el caso de las madres muertas por la pandemia, “la situación de orfandad es más álgida, porque los cuidados de crianza recaen en su mayoría en ellas, y esto se agrava por el confinamiento”.
La funcionaria concluyó que “la situación de orfandad para la primera infancia, de 0 a 5 años, es un asunto preocupante por la pérdida del vínculo afectivo principal”.
Así, en distintas edades, la muerte de los progenitores ha dado por resultado otros problemas, cómo son: deserción escolar para trabajar, consumo de alimentos no recomendables y bebidas azucaradas, entre otros.
Se hizo un llamado a los tres ordenes de gobierno a modificar “las políticas públicas y presupuestos ya en marcha para atender esta situación de emergencia”.
ROA