Crean grupo de apoyo para familias trans en Puebla

El objetivo de la asociación es que los padres de familia ofrecen visibilidad y respeto a la dignidad como seres humanos de las niñas, niños y adolescentes en condición trans.

Omar Cervantes Rodríguez, padre de familia de un joven trans (Andrés Lobato)
Editorial Milenio
Puebla /

Bajo las actividades del orgullo Lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexua (Lgbttti), en Puebla surgió "Amor Trans-ParenT", con la finalidad de brindar apoyo multidisciplinario a las familias que lo requieran, tras tomar en cuenta modelos de éxito de otros grupos similares en el país, como TransAmor en la ciudad de Monterrey, señaló Omar Cervantes Rodríguez, padre de familia de un joven trans en representación de la asociación.

Tras compartir sus experiencias personales y familiares y con el apoyo de un grupo multidisciplinario que incluye psiquiatra, psicóloga, endocrinóloga, asesoría legal y jurídica, entre otros, el objetivo de la asociación es que los padres de familia ofrecen visibilidad y respeto a la dignidad como seres humanos de las niñas, niños y adolescentes en condición trans, con información fiel, científica y autorizada por los diversos sectores que han estudiado este tema por décadas.

Omar Cervantes Rodríguez explicó que esta condición que viven sus hijos no está relacionada con la "mal llamada ideología de género, ni de una agenda mundial por adoctrinar sobre la diversidad y la libertad, como algunos grupos insisten en llamarle".

“Mira mi hijo creció desde el kínder, al igual que sus hermanos, en colegios católicos de los legionarios de Cristo, que no eran mixtos y con una doctrina cristiana y mariana muy firme, además de que en la familia compartió los mismos valores y ha vivido las mismas circunstancias de los hijos mayores”, expresó Cervantes.

“Cuando me hablan de ideología de género, de una agenda mundial de la diversidad y temas similares como que es una moda, me imagino aquella escena de la película 'The Wall' de Pink Floyd, en la que se alienaban a las personas como ladrillos en la pared o como productos de máquinas industriales y la verdad en mi familia no hubo nadie que nos estuviera hablando de este tema tratando de convencernos o disuadirnos para incorporarnos o reclutarnos en algún tipo de clan o secta, simplemente es una realidad que vivimos y que tuvimos que ir enfrentando con mucho desconocimiento, miedo y por qué no decirlo, frustración, al inicio”, agrega.

Asimismo, comentó que el tema surgió cuando el tercero de sus hijos comenzó a tener conductas preocupantes que en un inicio suponían que eran propias de la adolescencia.

“Nuestro hijo a los 13 años comenzó a practicar cutting (autolaceraciones) y fuimos con una psicóloga que exploró que posiblemente había detrás un tema subyacente relacionado con el género, que no se atrevía a abrir porque no quería decepcionar a sus padres, sobre todo a su madre, católica y en algunos temas muy conservadora”, relató.

"Un verdadero peregrinar por terapeutas que, o minimizaban el tema relacionándolo con la adolescencia, o querían imponer sus valores morales sugiriendo no permitir que la 'niña' siguiera por ese camino, llegando incluso con alguien que realizó diagnósticos iatrógenicos debido a la falta de conocimiento sobre este tema", fueron algunas de las experiencias que Gabo tuvo que enfrentar, aunado a la sufría depresión, ansiedad, aislamiento y otros síntomas, dijo Cervantes.

“Sólo veía a mi hijo sufrir de una disforia de género muy aguda que le hacía sentir rechazo a su cuerpo físico, frustración y el maltrato y desgaste de haber tenido que pasar por terapeutas inexpertos o ineptos que llegaron a sugerir que podría suicidarse”, expresó Cervantes.

“Yo preferí investigar y abrir mi mentalidad para comprender lo que pasaba mi hijo (...) a tener el día de mañana un hijo suicida o en adicciones o en alguna otra fuga de su realidad, viviendo en el rechazo familiar y social”.

Cervantes indicó que este tipo de testimonios se comparten a quienes deseen sumarse a este grupo y cuyo único requisito es ser una familia con una niña, niño o adolescente trans, el cual se dan a conocer a través de Facebook e instagram@amortransparent .

El grupo cuenta con la guía del fundador de TransAmor Monterrey, Carlos Gómez, integrante de la Asociación Mundial de Profesionistas para la Atención de Personas Trans, quien estará en Puebla en octubre para compartir ante el sector salud su experiencia en la materia.

Por último, un grupo de profesionales de diversas áreas de especialidad apoyan a este grupo, "en todo el camino que vive la niña, el niño o el adolescente y su familia, desde que se reconoce la condición trans, el proceso de aceptación y de cómo vivirse en el amor incondicional", hasta los trámites legales, jurídicos y educativos.



MITM 

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