Zeolox es un producto que remueve el arsénico del agua, ideal para utilizarse en los hogares de Tlajomulco de Zúñiga para limpiar el líquido que utilizan, y es producto de un trabajo de investigación encabezado por Marco García Guadarrama, académico del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI).
Jalisco tiene el segundo lugar mundial en enfermedades renales en etapa terminal (cuando el paciente requiere un trasplante).
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En primer lugar se encuentra Taiwán, y este problema de salud se asocia con factores como consumo de metales pesados en agua, incluyendo arsénico.
García Guadarrama explicó que, a simple vista, el consumidor no puede comprobar que el agua que llega a su casa contiene arsénico, porque es incoloro y no tiene sabor.
Destacó que hay plantas de ósmosis inversa en Tlajomulco (12, según datos de 2014) para atacar el problema, pero no todos tienen acceso a éstas porque se instalan sólo en algunos fraccionamientos para flujos moderados de agua.
El investigador explicó que Zeolox consta de un material poroso impregnado de un catalizador (en este caso un compuesto de hierro transformado por medio de reacciones químicas y tratamientos térmicos), que tiene entre sus propiedades atrapar el arsénico en un soporte poroso, de modo que el líquido penetra el material y el agua sale libre del contaminante.
Por lo pronto únicamente se puede producir de medio y hasta un kilo diario de Zeolox para pruebas experimentales, y está en trámite de patente por parte de la Universidad de Guadalajara (UdeG), declaró el académico.
Hay productos similares en el mercado para remover arsénico y son eficientes, algunos provienen de países como Alemania, Estados Unidos de América y Reino Unido, pero son más costosos y ninguno se hace en México.
El más barato puede costar 80 mil pesos la tonelada, hay otro de 600 mil pesos y es el más similar al creado por el doctor García Guaderrama, que tiene como ventaja adicional ser producto de un proceso mucho más simple.
Detalló que el costo de producción de una tonelada de Zeolox se ubica entre cinco mil y 10 mil pesos.
El periodo de vida útil del producto es de dos a cinco años, de acuerdo con cálculos del investigador. Aclaró que para determinar con exactitud el tiempo de utilidad son necesarias más pruebas.
García Guadarrama está interesado en hacer una prueba extensa en una derivación de agua para confirmar su efectividad y monitorear la calidad de agua en una comunidad específica. Para ello tendría que tener el apoyo de organismos no lucrativos como el SIAPA, con el cual tuvo contacto hace más de un año, pero no ha recibido respuesta, y en el Ayuntamiento de Tlajomulco, aunque mostraron interés a principios del año pasado, respondieron que no podían financiar proyectos de investigación.
El producto está contenido en cartuchos plásticos o filtros de un litro que se colocan debajo de las tarjas, por donde pasa el agua para consumo humano, y se pueden obtener, por cartucho, 10 mil litros de agua limpia para beber o cocinar.
Después de la vida útil del producto se saca del filtro, y éste se puede volver a rellenar con un costo de 10 pesos, que es accesible y aporta múltiples beneficios a la salud.
Zeolox está siendo probado para determinar qué efectividad tiene para limpiar agua con cromo, plomo, cadmio y mercurio, presentes en los sedimentos del lago de Chapala, y que también son dañinos para la salud humana.
Estos cuatro elementos, junto con el arsénico, matan en países como la India a más de 10 mil personas al año.
El plomo puede afectar el desarrollo y capacidad mental de los niños; la ingestión de mercurio puede ocasionar trastornos neurológicos y del comportamiento, así como daño a los riñones, desembocando en insuficiencia renal; y el cadmio tiene un efecto tóxico en los riñones y el sistema óseo.
Los resultados de los efectos de Zeolox en estos últimos cuatro elementos podrían obtenerse en alrededor de seis meses.
ENFERMOSEl problema de contaminación del agua ha empeorado en Jalisco. En 2018 se contabilizaban más de 8 mil enfermos renales en los pueblos alrededor del lago de Chapala, de los cuales, según organizaciones civiles, más de 500 vivían entre San Pedro Itzicán, Mezcala y Agua Caliente del municipio de Poncitlán; y 660 en los municipios El Salto y Juanacatlán.
MC