Guadalupe Fortis Pérez cumplirá 17 años de trabajar en el Servicio de Limpia en el área de recolectoras-barredoras, cuyas empleadas también son conocidas como “naranjitas”, debido al color de su uniforme.
Recuerda que fue una de sus hermanas, quien ya laboraba en ese sitio, quien le ayudó a ingresar al área dependiente del Ayuntamiento de Puebla. “Me gustó y ya me quedé acá”.
Madre de tres hijos y abuela de cuatro nietos, aunque uno viene en camino, ya que su nuera está embarazada, se dice contenta por lo que ha logrado respecto a su desarrollo familiar.
“Tengo dos niñas (nietas) y un niño (nieto) y el que viene no sé qué sea. Y tengo dos hijos y una hija”.
Apunta que su labor no ha sido fácil, ya que ha tenido que dividir su tiempo entre su empleo y llevar su hogar. “Nos damos muchas mañas, porque tengo el tiempo muy limitado”.
Asevera que para ella no existen ratos libres o de ocio, “porque tengo que hacer mi quehacer, mis cosas, la comida, lavar, porque así algo que me guste no lo puedo hacer porque no me alcanza el día”.
Por otra parte, lamenta que muy poca gente reconozca su trabajo, incluso, algunos ciudadanos lleguen a ser groseros. “A veces hasta nos echan los carros cuando estamos barriendo las calles”. Añade que en la misma proporción, jóvenes como adultos han ofendido a las trabajadoras. Empero, otros ciudadanos agradecen su esfuerzo y dedicación por mantener limpia la ciudad.
“Han pasado personas en sus carros y me han dicho: ‘La felicito porque está muy limpio’, pero muy poca, muy poca (lo hace)”.
Añade que también ha encontrado a personas que al verla omite tirar la basura al piso y se han acercado para que en su bote puedan depositarla.
A doña Lupita, como la nombran sus amistades y vecinos, le gusta cocinar y aunque tiene varios platillos preferidos, el pozole se impone sobre el resto. “Me gusta mucho”.
Otra de sus preferencias es ver películas antiguas, en especial, las del cómico mexicano Mario Moreno “Cantinflas”, “pero solo puedo sentarme tantito a ver la tele y también me gusta leer tantito”.
El bailar es otra de sus actividades favoritas. “Me gusta mucho bailar las cumbias, pero de todo un poquito”.
Asimismo, señala que no requiere hacer ejercicio o acudir a un gimnasio porque con su labor es más que suficiente para estar en forma. “Esto cansa mucho, sudo mucho y además el calor está intenso”.
Aunque su esposo omite darle algunas palabras el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, siempre le entrega un detalle en su cumpleaños y el 10 de Mayo, “ni mis hijos. Tampoco me felicitan, pero en otras fechas sí”.
No obstante, lamenta que la población en general muy poco valore el papel de la mujer para el desarrollo de la sociedad. Por lo anterior, doña Lupita reconoce a sus compañeras de trabajo en el Día Internacional de la Mujer, sin embargo, acepta que no lo hace con todas, porque “somos muchas mujeres y no todas nos llevamos bien. No todas nos caemos bien. Entonces con las que nos llevamos bien, claro que sí las felicitamos. A veces con las que no, pero como que no les gusta eso y por eso mejor me alejo y prefiero hacerlo con las que me llevo mejor. Les doy su abrazo y nos felicitamos entre nosotras”.
Aunque por circunstancias de la vida solo pudo cursar hasta el segundo grado de primaria, destaca que le llama la atención la computación, por lo que considera que si su situación y entorno hubieran sido favorables, le habría gustado desempeñarse en ese ámbito laboral.
Poblana de nacimiento, cuenta que perdió a sus padres y eso la obligó a esforzarse desde temprana edad. Por ese motivo, buscó darles más opciones de desarrollo a sus hijos. Actualmente solo el menor estudia ya que los dos mayores viven con sus respectivas parejas.
En ese punto, cuenta que ella desde pequeños y hasta la fecha les ha dejado en claro y solicita que respeten a las mujeres.
“A mi hijo le digo que la respete y que la quiera mucho porque están chicos; el muchachito que apenas se juntó tiene 24 años y la muchachita tiene 23, ya van para el tercer hijo. Entonces yo sí hablo mucho con ellos y les insisto en el respeto mutuo”.
Menciona que su esposo, a pesar de las limitantes que como todo matrimonio llega a padecer, siempre le ha mantenido un fuerte respeto.
Por ello, expresa su dolor y sentimiento por la situación de violencia que se vive en Puebla y en el resto del país, y lamenta que esto no frene. “No creo que se quite eso. Pienso que siempre lo ha habido, pero ahora como que sale más, pero siempre ha estado esto (la delincuencia y vejaciones en contra de las mujeres)”.
Asimismo, revela que fue víctima de la delincuencia tras ser asaltada abordo de una unidad del transporte público. Por fortuna, en el desempeño de su empleo la delincuencia no la tocado. A ella le toca realizar la limpia de las calles a partir del Panteón Municipal al Río Atoyac.
Por cubrir dicha zona, los vecinos y locatarios ya le conocen y le brindan un trato especial. “Mi amiga de las memelitas me invita una memelita, un refresco; mi amiga de las cemitas me invita una cemita. Sí, sí, todavía hay gente buena”.
Por último, a días de conmemorarse el Día Internacional de la Mujer, doña Lupita les recomendó al resto de las mujeres que “se quieran y se valoren, y que no se dejen maltratar por los hombres, porque hay algunos hombres que ‘no'mbre’. Creo que nosotras podemos salir también adelante solas. Tener una persona así, mejor solas”.
mpl