Crimen organizado detrás de 'grandes' ofertas laborales en Jalisco

Los delincuentes promueven vacantes que parecen legítimas en redes sociales, pero son utilizadas para enganchar a jóvenes en actividades ilícitas

En la central de autobuses hay encuentros por ofertas. (MILENIO)
Guadalajara /

El crimen organizado ha mostrado una capacidad alarmante para infiltrarse en los rincones más vulnerables de la sociedad, afectando particularmente a jóvenes y menores de edad. 

La problemática del reclutamiento de niños y adolescentes por cárteles del narcotráfico y otras organizaciones delictivas es uno de los aspectos más preocupantes y devastadores de este fenómeno. 

Un testimonio de impacto


Esta situación no solo impacta a las víctimas directamente, sino que también perpetúa un ciclo de violencia y criminalidad que afecta a comunidades enteras. Uno de los testimonios más impactantes proviene de un joven del Estado de México que fue reclutado por un cartel desde los 8 años. 

En su relato, describe cómo fue atrapado en un mundo de criminalidad desde una edad temprana. A través de un proceso de manipulación y promesas, el cartel lo indujo a involucrarse en actividades delictivas que iban desde el robo y la venta de drogas hasta la extorsión y el asesinato. 

Las promesas de seguridad, poder, y acceso a recursos como armas, vehículos y drogas eran demasiado tentadoras para un niño de su edad. Esta estrategia de reclutamiento no solo lo atrapó en un ciclo de delincuencia, sino que también lo llevó a escalar en la jerarquía del grupo delictivo, incrementando la gravedad de los delitos que cometía. 

Durante su tiempo en la organización, el joven pasó por diferentes niveles de criminalidad. Fue encarcelado en varias ocasiones, incluyendo dos estancias en centros de reclusión para menores y posteriormente en un reclusorio para adultos. 

A tres años de haber comenzado su rehabilitación, sigue luchando para dejar atrás las drogas y los delitos, y evitar caer de nuevo en las garras de la delincuencia. Su testimonio ilustra no solo la crudeza del reclutamiento infantil por parte de los cárteles, sino también la dificultad de romper el ciclo del crimen una vez que se ha sido parte de él. 

Redes sociales la gran alarma 


Otro aspecto alarmante de este fenómeno es el uso de las redes sociales y plataformas digitales como herramientas para el reclutamiento. Desde 2017 se ha observado un incremento en el número de desapariciones de jóvenes que están relacionadas con ofertas de trabajo falsas difundidas en estas plataformas. 

Los delincuentes crean ofertas de empleo que parecen legítimas, pero que en realidad buscan atraer a jóvenes desesperados por trabajo y estabilidad económica. 

Este modus operandi ha sido documentado en múltiples casos, incluyendo el reciente de los estudiantes Janetzy y Ulises de la Universidad de Guadalajara, quienes desaparecieron después de recibir una oferta laboral fraudulenta a través de redes sociales. 

Las redes sociales, en su papel de anzuelo, ofrecen propuestas tentadoras que parecen cumplir con las necesidades y aspiraciones económicas de los jóvenes. 

Estas ofertas suelen prometer sueldos elevados, seguridad y otros beneficios que resultan irresistibles para aquellos en busca de una mejor oportunidad. Sin embargo, detrás de estas ofertas se esconden intenciones criminales que buscan enganchar a los jóvenes en actividades delictivas. 

¿Cómo evitar fraudes laborales?


Para protegerse de estas estafas y posibles desapariciones, es primordial estar atento a señales de advertencia que puedan indicar la falsedad de una oferta laboral. Las ofertas que contienen faltas de ortografía, que aparecen como publicidad en redes sociales sin una búsqueda previa, o que ofrecen sueldos extraordinarios son señales de alerta. 

  • También es fundamental evitar proporcionar información personal sensible, como direcciones o números telefónicos, a desconocidos.
  • Mantener las cuentas de redes sociales privadas y limitar el acceso a la información personal es una medida importante para reducir el riesgo de ser víctima de estos delitos. 

Francisco Jiménez, integrante de Seguridad y Justicia UdeG, subraya la importancia de la comunicación y la educación para prevenir la caída de jóvenes en el crimen organizado.

 De acuerdo con el experto, la colaboración entre jóvenes y adultos, especialmente padres de familia y tutores, es esencial para mantener a los jóvenes informados sobre los riesgos asociados con ofertas laborales fraudulentas y la posibilidad de ser reclutados por grupos del crimen organizado. 

Además, Jiménez aconseja activar configuraciones de seguridad en redes sociales, como la privacidad de la cuenta y la restricción del acceso a la ubicación del móvil, para proteger la información personal. Rogelio Barba, del Comité Universitario de Desaparecidos de la UdeG, ha abogado por la implementación de protocolos educativos específicos para jóvenes en edad escolar y universitaria. 

Barba sugiere que el gobierno y las organizaciones no gubernamentales (ONG) colaboren en el desarrollo de programas que enseñen a los jóvenes a identificar y evitar ofertas laborales fraudulentas. 

Esta educación preventiva es fundamental para ayudar a los jóvenes a protegerse de las tácticas de reclutamiento del crimen organizado. Barba también destaca la necesidad de una policía cibernética más robusta que pueda adelantarse a los métodos delictivos y proporcionar una mayor protección a los jóvenes en línea. 

Preocupa desaparición de estudiantes


El Comité Universitario de Desaparecidos de la UdeG ha documentado un preocupante número de desapariciones de jóvenes desde 2018, con 28 casos registrados, de los cuales ocho han resultado en muertes confirmadas. Entre los casos recientes se encuentran los jóvenes César Alonso Parra Camarena, Jorge Luis Hernández Pérez, Edson Cuevas Sandoval y Abisaí Aguilar Padilla, quienes desaparecieron entre junio y julio de 2024, tras responder a ofertas de empleo. 

En resumen, aseguran los expertos, el reclutamiento de menores y jóvenes por parte del crimen organizado a través de ofertas laborales falsas es un problema creciente que requiere una respuesta integral. 

La educación preventiva, la vigilancia en redes sociales y la colaboración entre autoridades y organizaciones de la sociedad civil son fundamentales para enfrentar esta amenaza. 

Proteger a los jóvenes de convertirse en víctimas del crimen organizado es una tarea vital que requiere el esfuerzo conjunto de todos los sectores de la sociedad.

MC


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  • La redacción de Milenio está compuesta por un equipo de periodistas y colaboradores con amplia experiencia en el campo del periodismo y la comunicación.

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