En miércoles de ceniza la fe une a más de 30 integrantes de la familia Guillen Santillán, quienes desde hace 40 años se juntan para acudir hasta el municipio Amecameca, Estado de México, a recibir ceniza y visitar al señor del Sacromonte.
A sus 75 años la señora María caminó varios metros hasta llegar a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, donde desde el temblor de 2017 permanece el Cristo del Sacromonte.
“Para nosotros ya es una tradición, nos dedicamos a las carnicerías y este día como inicia la cuaresma descansamos, nos juntamos todos hacemos comida y nos venimos para acá a tomar ceniza a escuchar misa y después a convivir entre familia, a dar gracias a Dios por el trabajo y la salud”.
Cómo está familia, más de 30 mil personas acudieron a este Pueblo con Encanto ubicado en las faldas del volcán Popocatépetl, quienes por la pandemia habían suspendido su visita desde hace dos años.
Sin festejos para evitar aglomeraciones
Las autoridades religiosas de la región determinaron suspender por tercer año consecutivo el carnaval y otros festejos alusivos a la fecha para evitar aglomeraciones y posibles contagios de covid-19.
Por ello, el acceso a la iglesia solo fue momentáneo para recibir la ceniza y después visitar al Señor del Sacromonte.
“Ahorita fue muy rápido, prácticamente solo nos dejan pasar a ver al Cristo y tenemos que salir, nosotros hicimos una oración y después nos dijeron que saliéramos para que otros pudieran pasar”, aseguró Roberto otro de los visitantes, quien fue con su familia desde la alcaldía Tlahuac.
Resguardo de Protección Civil y seguridad
El gobierno de Amecameca implementó brigadas de vialidad, información turística, salud y seguridad para apoyar a los más de 30 mil visitantes que acudieron este Miércoles de Ceniza.
Para apoyar el trabajo de vialidad participaron elementos de Seguridad Pública y Protección Civil municipal y de la Secretaría de Seguridad Estatal, lo que permitió dar fluidez en la cabecera municipal.
Además, el Ayuntamiento apoyo al comercio que cada año se instalaba en las inmediaciones de la Iglesia de la Asunción fue ubicado a lo largo del camino Ayapango y los autobuses y vehículos que llegan de otros municipios mexiquenses o estados fueron ubicados en el libramiento.
De esta manera los fieles católicos podían caminar entre los diferentes puestos y consumir productos o adquirir artesanías sin hacer aglomeraciones como ocurría en la explanada y las inmediaciones de la iglesia de la Asunción o la capilla del Cerro del Sacromonte.
MMCF