Durante la contingencia sanitaria por el covid-19, el trabajo de los nutriólogos implica atender a los pacientes que tienen el virus. Esto incluye revisar todas sus necesidades alimentarias y éstas apegarlas a los tratamientos establecidos por los médicos para que su evolución y alta se dé lo más favorable posible.
María Isabel Cubillas Sada, nutrióloga en el Hospital de Especialidades 5 de Mayo del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio de los poderes del Estado de Puebla (Issstep), lamentó que los pacientes que ingresan por covid-19 tienen patologías añadidas.
“La mayoría entra con una diabetes con una evolución larga, de tal vez unos 5 o 10 años. Ya son hipertensos y ya tienen una falla renal por lo que les tienes que proporcionar la alimentación con base a todos los diagnósticos que tiene, a todas las patologías independientemente del covid-19 y tiene que ser una dieta balanceada alta en proteínas, pero si hay falla renal las proteínas no las puedes elevar tanto por lo mismo del riñón, que lo tienes que seguir cuidando, entonces lo tienes que adecuar a cada paciente”.
Añadió que esto implica mucho trabajo porque el menú no solo lo tienes que adecuar a la patología aguda, “que sería el covid-19 en este caso, sino a las crónicas degenerativas que ya el paciente tiene”.
Aunque aclaró que las restricciones son pocas y en pacientes con diabetes se tiene que cuidar la ingesta de alimentos que suban la glucosa.
Apuntó que en estos casos manejan una dieta baja en índice glucémico para mantener los niveles estables y una dieta hipercalórica porque los requerimientos de estos pacientes se ven elevados por la misma enfermedad y patología.
“El gasto de estos pacientes es muy elevado, entonces es una dieta alta en calorías y si el paciente es diabético entonces con una carga o índice glucémico bajo pero prácticamente todos los alimentos son permitidos nada más hay que hacerlos de manera equilibrada en cada comida para cubrir sus requerimientos pero de una manera balanceada”.
En el caso de los intubados, dijo que ahí entran las nutriciones enterales y parenterales, es decir, alimentaciones por sonda.
Agregó que si el vaso gastrointestinal está integro la primera opción siempre es la enteral, que es una sonda que va directo al estómago o a los intestinos y a través de esta se hace una fórmula enteral o polimérica, que puede ser artesanal o comercial, y se le pasa la alimentación con el cálculo y tomando en cuenta patologías y laboratorios para ver qué cantidad de proteínas y de calorías necesita el paciente.
Mencionó que el número de ingestas dependerá también del estado de la fibra respiratoria, porque la digestión implica también un gasto mayor.
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