'De un gran decorador de talavera, me convertí en chalán por la pandemia'

Víctor García Calvario busca otras alternativas de trabajo en San Pablo del Monte, Tlaxcala, en espera de una pronta reactivación en la venta de talavera.

Víctor García acumula dos décadas de experiencia en el pintado y decorado de piezas de talavera. (Especial)
Adolfo Tenahua
Tlaxcala /

Desde marzo pasado, las puertas del taller fueron cerradas por tiempo indefinido; los gastos y deudas familiares obligaron al artesano Víctor García Calvario a buscar otras alternativas de trabajo en San Pablo del Monte, Tlaxcala, en espera de una pronta reactivación en la venta de talavera, ya que los principales consumidores son los turistas nacionales y extranjeros.

El trabajador de la arcilla tiene 38 años de edad, sin embargo, acumula dos décadas de experiencia en el pintado y decorado de piezas de talavera, como tibores, platos de gran tamaño y juegos de té, lo cual le ha permitido traspasar fronteras.

No obstante, su talento y experiencia no fueron suficientes para que Aurelio Celerino Cona Calvario, propietario de “Artesanías Corona”, taller donde trabajaba Víctor, pudiera continuar con la producción de piezas de talavera, por lo que suspendió los servicios de 10 trabajadores, ocho decoradores y dos torneros.

“Hasta los primeros meses de marzo el dueño nos mantuvo trabajando. Conforme fue pasando el tiempo, las cosas se fueron complicando, hasta que un día nos dijo: ‘La mercancía está rezagada y tenemos que cerrar por un tiempo en lo que se mejora la situación’. En ese momento, lo primero que vino a mi mente fue mi familia, mis gastos y el pago de servicios”, expuso García Calvario.

Asimismo, refirió que conforme avanzaba la pandemia, los jarrones, platos, tazas, utensilios de cocina y adornos de talavera se fueron almacenando: “Ya no había ventas, las playas las cerraron y en consecuencia los hoteles”, sectores que representaban un fuerte punto de comercialización.

De acuerdo con Aurelio Cona, el mercado fuerte para los artesanos se encuentra en la colocación de piezas en los hoteles de los destinos turísticos, como Cancún, Acapulco, Veracruz y Oaxaca, donde turistas de diferentes países arriban a la zona para vacacionar y “de paso se llevan un recuerdo”, entre ellos, las piezas de talavera.

“De un gran decorador me convertí en chalán; ahora no tengo empleo fijo, dejé la talavera que durante 20 años me ha dado de comer y hoy hago trabajitos, lo que sea: corto pasto, me voy de albañil, pinto casas, escombro patios, de lo que sea, la cosa es llevar comida a la familia”, dijo Víctor.

No obstante, la única esperanza que lo mantiene de pie “es que al término de la emergencia sanitaria, aun haya posibilidades de continuar con la producción de piezas artesanales”, pues a decir del decorador, varias fábricas de talavera han cerrado y no se desconoce si retomarán operaciones.

El artesano Víctor refirió que el principal argumento para el freno de operaciones fue que “nos mandaron a descansar. El producto que se fabrica no es esencial para la sobrevivencia de los mexicanos”, expuso.

Cabe señalar que la mayor parte de los talleres de talavera ubicados en el municipio de San Pablo del Monte contratan a sus trabajadores con sueldo semanal, sin prestaciones, ni seguridad social.

Actualmente, algunos talleres sobreviven por las pequeñas ventas que realizan en los locales abiertos sobre la carretera federal Vía Corta Santa Ana Chiautempan-Puebla, en el tramo establecido como corredor artesanal de San Cosme, San Sebastián y San Bartolomé.

La talavera o cerámica artesanal se fabrica por tradición y nace por influencia española y árabe; es producto de la combinación de tres arcillas, roja, blanca y negra, en cuyo proceso de elaboración es elemental el tiempo de secado natural sobre una superficie alejada de la luz y el polvo hasta por cinco días.

De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) delegación Tlaxcala, la entidad registró un decremento del 4.4 por ciento de empleo formal entre junio de 2019 y junio de 2020. Los únicos estados que implementaron ese tipo de puestos de trabajo, aunque de manera marginal, fueron Tabasco, Michoacán y Baja California, con 1.4, 01 y 01 por ciento, respectivamente.

En mayo se contabilizaron 99 mil 775 puestos laborales con seguridad social; al cierre de ese mes, Tlaxcala perdió mil 510 empleos formales, el 90.5 por ciento de industrias de la transformación y la construcción, que en suma reportaron mil 368 empleos formales menos en ese periodo.

mpl

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