Durante su misa dominical de este domingo, el arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras se volvió a pronunciar en contra de temas como el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo, los hijos fuera del matrimonio y la eutanasia.
Esto luego de que esta semana la Suprema Corte de Justicia de la Nación despenalizara el aborto en México, por lo que el padre dijo a los feligreses que nadie, ni una autoridad, puede quitarles las creencias para que puedan salvar su vida.
Dijo que el ser humano no es dueño de la vida sino responsable, pues no se puede comprar ya que es un regalo, por lo que tienen una dignidad que viene de Dios creas o no en él y por eso tienen la obligación de cuidarla y respetarla.
Incluso aseguró que se trata de aspectos de “moda” y que en ocasiones se justifica como un derecho, pero que eso no es más que asesinar a un bebé en el seno de su madre.
“El tema del aborto, de este pecado que deberíamos de avergonzarnos la sociedad, de creer que como un derecho, matar a una criatura en el seno de su madre, el otro es lo que llama eutanasia, eutanasia en griego significa la buena muerte, pero ¿Quién tiene el derecho de decir cuándo?”, dijo.
Dijo que la vida se dona como los que viven para cuidar a los enfermos, los que se han muerto por la patria o los que se dedican al cristianismo y comentó hay que tener cuidado con las mujeres y las madres y se refirió a las “criaturas” que nacen fuera del matrimonio.
Aseguró que en México eso es algo “terrible” y que los niños quedan a la deriva sin derechos, por lo que es algo que los católicos deben de ser conscientes de que deben defender la vida.
Comentó que necesitan educación, hacer una cultura de la vida ya que se está ante una cultura de la muerte no solamente con la violencia, sino ahora con leyes, además de crear conciencia y saber por qué no y para ello basta ir a la ciencia, a la filosofía y a lo que Dios quiere de cada persona y para qué los creó, pues una nación que no respete la vida está acabada.
Dijo que la cultura de la vida es la familia, el trabajo, los derechos humanos, la dignidad de la mujer y del hombre ante Dios.