La auditora Miroslava Carrillo Martínez decidió no registrarse para la titularidad del Órgano Superior de Fiscalización (OSFEM), y concluir su encargo el 31 de diciembre, con la satisfacción de haber cumplido su función y dejar un órgano más fortalecido y ordenado.
En entrevista con MILENIO Estado de México, luego que cerró el plazo de la convocatoria, la auditora señaló que al tomar el cargo tuvo claro que era por un plazo de cinco años y es momento de asumir nuevos retos y seguir, de ser posible, en el servicio público, donde ha estado en los últimos 30 años, con diferentes encargos.
“Soy una mujer que lleva en el servicio público alrededor de 29 años. Cuando me inscribí para estar en este Órgano sabía la temporalidad y no soy una mujer de apegos, estaba en una diputación muy a gusto, estuve un año cuatro meses, presidiendo una de las comisiones más importantes, pero solté y me vine a esta historia y hoy estoy en la misma dinámica” acotó.
De nueva cuenta suelta, como una “decisión personalísima” sin buscar quedarse otros ocho años en el cargo, con la decisión de prepararse para otro proyecto.
“No tengo en puerta nada, no tengo invitación alguna, no tengo claridad todavía, creo que me voy a dar un tiempo para reflexionar y saber qué otras alternativas tengo, para poderlas valorar y prepararme para ello” , aseveró.
Cinco años en el cargo
Sin temor algo, Miroslava Carrillo señaló que está muy orgullosa del equipo con el que trabajó y de los resultados obtenidos, pues lograron dar un vuelco a la institución y la persona que llegue va a encontrar una institución más ordenada, con procesos establecidos, con tiempos de entregas, sistematización e implementación de tecnologías de la información.
Esto, acotó, fue para estar en contacto permanente con los entes auditables, con el único anhelo fue facilitar el trabajo al órgano, que no represente una carga ni una institución insidiosa a la cual le tengan miedo, sino respeto, reconocimiento y orille a todos a cumplir.
Falta, reconoció, que las y los contralores municipales asuman su responsabilidad como autoridad preventiva, porque la idea no es sancionar, sino que nadie esté fuera del marco legal.
Aunque es abogada no tiene interés de participar en la elección de juezas y magistradas, porque su carrera ha estado enfocada a otros temas y áreas donde considera que todavía puede aportar mucho.
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