Ante los efectos colaterales de la pandemia por covid-19 en Nuevo León, 15 por ciento de los locales en centros comerciales como Valle Oriente, San Agustín y Galerías se observan vacíos.
Sergio Reséndez, director general de la firma de bienes raíces Colliers International, estimó entre 15 y 20 por ciento el impacto de la pandemia en los ingresos de los grandes centros comerciales.
Cuando éstos estaban sintiendo cierta mejoría, la tercera ola de covid-19 vino a propinarle un nuevo golpe, volvió la incertidumbre sobre el futuro inmediato, a un segmento donde los grandes centros comerciales han tenido que ser creativos para sortear esta difícil situación.
Especialistas en el tema señalaron que, previo a la pandemia, había en cartera inversiones por 750 millones de dólares para la construcción de nuevos centros comerciales en el área metropolitana de Monterrey, siendo San Pedro Garza García el que más iba a captar.
Sergio Reséndez dijo que estas inversiones se encuentran detenidas hasta que la recuperación del sector se dé.
“Ahorita estas inversiones por 750 millones de dólares están en stand by , algunos proyectos sí van, pero por lo pronto esperarán a que se recupere el comercio.
“El comercio regresará una vez que se supere la pandemia, la gente regresará porque necesita comprar e ir a los centros comerciales”.
Comentó que al cierre del segundo trimestre de 2021, el inventario comercial en la ciudad cerró con alrededor de 4.4 millones de metros cuadrados distribuidos en más de 560 propiedades en los distintos submercados de la ciudad.
Durante el periodo de abril a junio, el inventario creció más de 14 mil metros cuadrados, incorporando nuevas propiedades en los submercados de Apodaca, Centro, San Jerónimo y carretera Nacional.
En dicho periodo se dieron aperturas de H&M, Lululemon o American Eagle, y también el anuncio de la llegada de nuevas franquicias, tanto internacionales (Costa Coffe, Sodimac, Bed Bath & Beyond, Shake Shack, Fogo de Chao), así como nacionales (Fresko).
Cómo se adaptaron
José Luis Quiroga González, profesor de la cátedra de EGADE Business School, del Tecnológico de Monterrey, y director general de Landesa (empresa inmobiliaria), opinó que el sector de centros comerciales se adaptó y ahora si bien es cierto que aún no pasa la crisis, han podido sortear la primera y la segunda ola de la pandemia, esperando que esta tercera ola no sea larga y tenga poco impacto.
Hay grupos inmobiliarios que flexibilizaron sus contratos de arrendamiento, es decir, si el aforo bajó, por consiguiente los ingresos se redujeron, entonces se paga un porcentaje similar al aforo para el pago del arrendamiento.
Otros grupos apoyaron con financiamiento, una gran mayoría de negocios de giro de restaurantes se fue por las ventas a domicilio para poder sobrevivir.
A aquellos que fueron inflexibles en sus contratos de arrendamiento les fue mal.
Expresó que realmente en esta crisis, la gran diferencia ha sido la alianza estratégica entre arrendatario y arrendador para poder salir adelante.
Sergio Reséndez coincidió con Quiroga González en cuanto a los mecanismos que se activaron para ayudarse mutuamente y poder sortear esta crisis.
La tendencia será hacia centros comerciales al aire libre, restaurantes con terraza, indicaron.
Ambos especialistas mencionaron que la tendencia que ha predominado durante la pandemia ha sido el e-commerce, un factor que ya venía manifestándose como algo que llegó para quedarse, solo que la pandemia lo aceleró.
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