Alberto Islas González, padre del Alberto Islas Jara, joven quien fue asesinado el 27 de diciembre del 2019, en la junta auxiliar de San Baltazar Campeche en la capital poblana, denunció que la Fiscalía General del Estado (FGE) le ha cerrado las puertas para hacer justicia por el asesinato de su hijo.
Esto al participar en la marcha “lucha por la vida” y contra la inseguridad, señaló que desde que recibió la noticia de que su hijo había sido asesinado, su vida y la de toda su familia ha cambiado.
“El día que mataron a mi hijo a mí también me dispararon con una bala que me dejó muerto en vida. Hoy estamos aquí en el día internacional de la familia, cuando se cumplen 64 días de que mi familia fue mutilada; 64 días de no poder dormir, de despertar con la imagen de mi hijo tirado en la calle; 64 días en que he recordado el espíritu conformista en el que el gobierno del estado me han reducido, porque las dos primeras llamadas solo pedía que alguien me ayudara para que mi hijo fuera levantado en menos de 10 horas”, expresó el activista.
Asimismo, criticó que las autoridades estatales se tardan más de 10 horas en entregar los cadáveres a los familiares.
El también representante del colectivo “Justicia y Paz”, destacó que tuvo que engañar a la Fiscalía General del Estado en asegurar que era un empresario poderoso de la Coparmex para que se agilizara el proceso de investigación.
Sin embargo, reprochó que una vez que salió a desmentir la versión, la dependencia estatal por “arte de magia” le cerró las puertas para seguir con la investigación.
De igual forma comentó que lo mismo sucedió con los familiares del joven Daniel, quien también fue asesinado el pasado 27 de diciembre, pues aseveró que recibieron una llamada ministerial por parte del gobernador.
“Recibieron una llamada que era de manera directa del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, por lo que les dijeron que estaba interesado en su asunto y que se le brindarían todas las atenciones de manera desinteresada, pero la familia de Daniel se alejó de nosotros como la justicia”.
Ante esto, aseveró que Puebla es la ciudad más violenta del país, es el municipio en donde ha logrado sembrar el miedo, el pánico de muerte en toda la sociedad los asesinatos y secuestros es el “pan de todos los días, ante un indolentes autoridades que cuenta con otros datos, ante gobierno municipales que confunden la inseguridad y salen a decir que se trata de percepción y no de realidades, lo cierto es que Puebla se encuentra arrodillad, que sangra y está herida de muerte, por eso basta ya”.
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