La historia de la señora María de Lourdes Ruiz Bravo, madre buscadora, fundadora del colectivo Luz de Esperanza, despierta coraje, impotencia y hambre de justicia. Tras nueve años en búsqueda de su hijo y casi cuatro en el caso de su hija, no ha habido resultados en ninguna de las investigaciones.
"Hoy se cumplen nueve años de la desaparición de mi hijo y pues como lo sabemos y lo decimos, no hay ningún avance. Dicen que no hay por dónde seguir las investigaciones y a los cinco años de la desaparición de mi hijo se llevan a mi hija. También ya van a ser cuatro años el 13 de agosto", cuenta la señora Lourdes.
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Sin embargo, pese al cansancio de escuchar una y otra vez las mismas respuestas, esta madre buscadora no se da por vencida y le ha tocado la mayoría de las veces hacer el trabajo que las autoridades no han realizado en todo este tiempo.
"Pregunta uno y dicen no hay nada, al contrario qué me trajiste de nuevo, o sea uno tiene que estar investigando, uno tiene que venir a traerle lo que uno investiga, entonces ¿De qué se trata si ellos son los investigadores?", lamenta Lourdes.
Pierden pruebas en el proceso
Además hasta que le desaparecieron a su hija, es decir cinco años después, Lourdes se dio cuenta que su ADN estaba perdido, por lo que se cuestionó, entonces ¿Cómo hacían las confrontas del caso de su hijo?.
"El ADN nunca estuvo en el sistema, llegó al sistema cuando fui a dejar el ADN para mi hija, fue cuando se dieron cuenta. Entonces, te imaginas ante las autoridades que estamos pidiendo que nos apoyen, que nos ayuden", menciona la fundadora del colectivo Luz de Esperanza.
A Marco Alejandro Maldonado Ruiz, se lo llevaron el 22 de julio de su llantera ubicada en carretera Chapala en Ixtlahuacán de los Membrillos, junto con sus dos trabajadores y una joven, pero al mes aparecieron ellos y de su hijo nada.
En el caso de su hija María de Lourdes, el Ministerio público le dijo desde enero que ya no había ningún lazo a seguir, que ya se habían agotado todas las línea de investigación. Esto evidencia que las autoridades no toman enserio sus casos.
"Yo les dije: 'a mi hija se la llevaron a tal lugar y ahí la tienen en tal domicilio, si ustedes quieren yo los llevo'. Ni así, hasta el año ocho meses, me hablaron y me dijeron: 'ya vamos a ir a hacer la investigación', ya no había nada que investigar. Ya no había ningún rastro, ya la casa estaba toda desmantelada", relató.
Se desahoga mediante la escritura
La fundadora del colectivo de búsqueda es también autora del libro Hasta encontrarlos, donde plasma toda las evidencias y secuelas de una familia a consecuencia de un desaparecido.
"Yo le puse el nombre, yo hice el logotipo sí, y nosotros salimos a buscar porque estamos solos. Sabemos que estamos solos ante esta tragedia es el dolor que tenemos de todos los desaparecidos. Por ellos salimos a gritar, para que los encuentren", concluyó.
Así es como la señora María de Lourdes se mantiene de pie con la esperanza de encontrarlos, no solo a sus hijos, sino a todos los desaparecidos.
OV/JMH