El Parque Nacional Desierto de los Leones es una de las áreas naturales protegidas más antiguas y visitadas del país, se enclava entre las alcaldías Cuajimalpa y Álvaro Obregón, al poniente de la Ciudad de México, donde un reciente programa de monitoreo de la biodiversidad, mediante cámaras de fototrampeo, ha permitido descubrir que en lo profundo de sus bosques, todavía habitan especies de fauna silvestre como el lince americano, una que se creía había desaparecido de la zona, debido a su cercanía con la urbe.
Al mismo tiempo, detectaron un serio problema de fauna feral, perros (y en menor medida gatos) que alguna vez fueron domésticos y se volvieron salvajes al sobrevivir en el medio natural, formando jaurías que compiten con la fauna silvestre.
“Esta Área Natural Protegida tiene mucho valor en cuanto a su patrimonio ambiental y su patrimonio histórico cultural, para empezar fue decretado en 1917, es el primer Parque Nacional, la primer área natural protegida en nuestro país y además en este ámbito histórico- cultural, en muy importante por la presencia en el siglo XVII de los de la orden de los Carmelitas Descalzos, gracias a ellos tenemos este patrimonio que es el ex convento, las ermitas y el muro del excomunión”, dijo Regina Ibarra Castillo, líder coordinadora, encargada del Parque Nacional Desierto de los Leones, por parte de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México.
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Debido a su belleza escénica, es uno de los lugares favoritos de las familias para pasar el fin de semana, así como para ciclistas o corredores que aman la naturaleza; pero los visitantes (quizá en ocasiones, sin saberlo) han generado un grave problema debido a sus paseos con perros, cuya abundancia en el área protegida, ya amenaza a la fauna silvestre.
El programa de monitoreo de la biodiversidad de la Ciudad de México, implementado desde 2021, ha demostrado a los guardaparques la existencia de jaurías de perros, que compiten por el alimento con las especies de fauna silvestre, que pueden llegar a desplazarlas de su propio hábitat.
“Hasta el 20 de julio del 2023 se tuvo un total de 1,909 registros de los cuales se pudieron identificar 30 especies, son 16 de aves y 14 de mamíferos”, dijo la bióloga Ibarra Castillo. Destacan el lince americano (Lynx rufus), cacomixtle norteño (Bassariscus astutus), venado cola blanca (Odocoileus virginianus, coyote (Canis latrans), zorra gris (Urocyon cinereoargenteus) y mapache ( Proyon Lotor).
Advirtió que “de los mil 909 registros que se tienen de fauna, 874 son de especies nativas y el resto son perros”; es decir, 6 de cada 10 fotos obtenidas corresponden a perros, lo que demuestra la abundancia de los animales domésticos, frente a la fauna silvestre.
Aunque los datos sobre las jaurías detectadas, no son nada alentadores, el fotografiar especies como el lince americano o el cacomixtle es esperanzador para los biológos, porque habla del buen estado de conservación de esos bosques, junto con la necesidad de preservarlos y frenar la proliferación de fauna exótica invasora.
“Desde 2005 ya no había registro del lince (para el Desierto de los Leones) en algún artículo científico o registro de ciencia ciudadana, y ahora, afortunadamente es uno de los registros más altos que llegamos a tener (...) otra sorpresa también fue encontrar al armadillo, desde el 1993 no se tenía registro de él, y la zorra gris no estaba registrada dentro del programa de manejo”, destacó Regina Ibarra.
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¿Cómo afecta a los fauna, pasear con nuestros perros?
El programa de monitoreo de la biodiversidad cuenta con 25 cámaras de fototrampeo, distribuidas a lo largo del Parque Nacional Desierto de los Leones que se extiende en mil 529 hectáreas, por lo que cada cámara abarca 61.16 hectáreas.
Aunque el ingreso con perros y gatos al área natural protegida ¡está prohibido!, las fotografías de los canes ferales, demuestra que hace falta mayor conciencia sobre los paseos con los lomitos, pues la gente se molesta cuando se les indica que no pueden ingresar con sus perros, dijo la bióloga Regina Ibarra.
“Los usuarios que vienen con sus animales de compañía están causando impactos, hay olores y cuestiones hormonales que entre animales se detectan, que si el perro fue y ya marcó territorio, el animal nativo, los linces empiezan a detectar esas competencias, y se empiezan a alejar”.
En el caso de que los tutores paseen a sus animales sin correa es “todavía más dañino, porque pueden incluso cazar un ave, un reptil, un anfibio o hasta ellos pueden resultar dañados por los reptiles, como víboras de cascabel que sí hay en el Desierto de los Leones (...) y no olvidemos que son animales, que tienen instintos y por muy educado que lo tengamos, si se espantan, si huelen algo que les llame la atención, se van a echar a correr y por eso, hay muchos perros perdidos”, destacó.
La encargada del parque resaltó que un video captado por las cámaras de fototrampeo, muestra una jauría de perros que incluso marca territorio y se va; posteriormente, pasa un lince, que al detectar el olor, de inmediato se alejó del sitio, porque ya había competencia.
“Los pueden cazar y al final de cuentas van a empezar a ganar territorio porque son especies exóticas invasoras, eso quiere decir que empiezan a desplazar a la fauna nativa”.
“Por eso no se puede entrar con animales de compañía, es algo complicado porque mucha gente lo desconoce y también muchas veces cuando nosotros lo referimos, no nos creen y es la normativa del Desierto de los Leones”. Otra realidad, es que muchos de los perros han sido abandonados en el parque.
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HCM