El estado de Puebla experimenta una situación de estrés hídrico ante el cambio climático, la contaminación, la evaporación, el uso del recurso en procesos productivos y el desperdicio de agua.
Guillermina López Corral, responsable del programa Acción Ambiental y Gabriela Pérez Castresana, investigadora del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente, Xabier Gorostiaga, SJ (IIMA) de la Ibero Puebla, coincidieron en que las altas temperaturas y la falta de lluvias complican el abasto del vital líquido, el cual cada vez es más demandado ante crecimiento demográfico y las necesidades de la población.
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De acuerdo con Héctor Durán Díaz, director de la empresa Agua de Puebla, firma que tiene a cargo la concesión de este servicio, el consumo por habitante en la capital del estado oscila entre los 180 a 190 litros al día para satisfacer sus necesidades básicas.
El consumo de este recurso en la capital del estado se encuentra por arriba de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que establecen que una persona requiere de 100 litros de agua al día, es decir, entre cinco y seis cubetas grandes, para satisfacer sus necesidades, tanto de consumo como de higiene.
“No hemos logrado bajar ese comportamiento de consumo. Hoy hay muchas colonias, tienen consumos de 250 a 260 litros habitante día. Entonces, desafortunadamente, eso no puede repartirse de una forma más equitativa”, apuntó el director de la concesionaria.
En entrevista para MULTIMEDIOS Puebla, Durán Díaz añadió que, al ser la cuarta ciudad más grande del país, la angelópolis requiere cada vez más agua y, actualmente, la zona metropolitana se abastece de 202 pozos, los cuales, se monitorean para conocer su comportamiento.
Añadió que el abasto de agua es importante para el desarrollo social y económico; sin embargo, a medida que crece la población, se requiere de más recurso y el desperdicio es tal que por día se reportan entre 30 a 40 fugas, apuntó Durán Díaz.
“El estado de Puebla está sufriendo un crecimiento como lo tienen estas ciudades grandes, está siendo parte de este crecimiento, sobre todo en los últimos del 2014 al 2018 tuvo un crecimiento grande, luego se detuvo por la pandemia, pero ahorita de 2022 para acá hemos visto que viene el crecimiento, muchos desarrollos habitacionales, muchos desarrollos comerciales(...)”.
Enfrenta reducción de lluvias
Guillermina López Corral, responsable del programa Acción Ambiental en la Universidad Iberoamericana Puebla, explicó que el estado no es ajeno a la problemática nacional y mundial que se vive ante la variación pluvial, el aumento de la temperatura, la disminución de recarga de los mantos freáticos, la escasez del vital líquido y la contaminación.
En el marco del Día Mundial del Agua, este 22 de marzo, López Corral destacó que el estrés hídrico en la zona metropolitana de Puebla se presenta porque cada vez se está extrayendo más agua que proviene de otros puntos como Nealtican, Acuexcomac y Xoxtla.
En el caso de la capital, el agua que se consume cotidianamente proviene del acuífero del valle de Puebla y estudios independientes muestran que está siendo llevado más allá del límite de su capacidad.
Por separado, Gabriela Pérez Castresana, integrante del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga, SJ (IIMA) de la Ibero Puebla, explicó que se presenta una sobreexplotación de los cuerpos naturales de agua, que, en esencia, son el principal suministro para los hogares.
La investigadora lamentó que no existan datos realistas ni actualizados sobre el estado del acuífero en Puebla. “El último estudio que llevó a cabo la Conagua fue hace 14 años”.
AAC