Despiden a Andrés Molina Irigoyen como héroe

Luego de las guardias de honor que le rindieron fue llevado a bordo de uno de las unidades de Bomberos Nuevo León al panteón El Roble.

Se destacó el apego que tenía Molina Irigoyen a sus valores, sobre todo, al de la honestidad. (Foto: Raúl Palacios)
César Cubero
Monterrey /

En una emotiva ceremonia, Bomberos de Nuevo León, los cuerpos de auxilio de la entidad y familiares, despidieron al comandante emérito Andrés Molina Irigoyen como héroe.

Tras el fallecimiento el fin de semana de quien fuera uno de los personajes más emblemáticos en los incendios u operaciones de rescate en la entidad, y posterior a ser velado en las capillas del Grupo Funerario Hernández, el cuerpo de Molina Irigoyen llegó a la que fuera su casa por muchos años, la estación central de Bomberos Nuevo León.

Ahí, con el lamento de la gaita, trompetas y tarolas, y con el respeto generalizado de los bomberos, elementos de Protección Civil del estado, de diversos municipios, de la Cruz Verde, y demás cuerpos de auxilio en Nuevo León, se le rindió homenaje con diversas guardias de honor por parte de sus compañeros, familiares, y de miembros del Patronato de Bomberos Nuevo León, encabezados por su presidente Gilberto Federico Allen de León.

El destino final de su cuerpo será el panteón El Roble. (Foto: Raúl Palacios)

El cual destacó, además de la calidad de persona del ahora finado, el apego que tenía Molina Irigoyen a sus valores, sobre todo, al de la honestidad. 

“Andrés nos enseñó el valor de la honestidad, en estos momentos difíciles para el cuerpo de Bomberos, para el Patronato, Andrés viene, presente, a recordarnos el deber ser de los valores.

“Es importante resaltar esto, cuando estamos rectificando rumbos, encontrarnos con un hombre que supo ser íntegro, es una joya”, precisó Allen de León, luego de ser parte de una de las guaridas de honor.

Posterior a los discursos, al minuto de silencio, a los 60 segundos de aplausos, el sonido de la alerta de incendio retumbó en el lugar, era el llamado para que Molina Irigoyen realizara su último viaje a bordo de uno de las unidades de Bomberos Nuevo León.

Debido a ello, su ataúd fue elevado por seis de sus compañeros hasta la parte alta del camión de emergencia, en el cual salió a las calles del centro de la ciudad, por última vez.

Su legado quedará impreso en todos los que lo conocieron, dada su capacidad de liderazgo, coordinación, y entrega. (Foto: Raúl Palacios)

De acuerdo con familiares del comandante Andrés Molina, el destino final de su cuerpo será el panteón El Roble.

Y, según compañeros de servicio, aunque su vida se extinguió, su legado quedará impreso en todos los que lo conocieron, dada su capacidad de liderazgo, coordinación, y entrega. 

“Estamos haciéndole un homenaje a todo el esfuerzo, a toda su trayectoria que tuvo, en la que para nosotros fue siempre un maestro, por ello, deja un legado muy importante para todos nosotros”, indicó Ismael Duarte Valle, director de Bomberos de Guadalupe.

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