Mientras la Fiscalía de Justicia investiga, y espera la causa de muerte, el adolescente Emiliano Sánchez Tavitas, quien murió el fin de semana en la alberca de un fraccionamiento privado de Apodaca, fue despedido en su última morada, en un panteón de Monterrey.
Fuera de entrevista, los familiares del menor pidieron una indagatoria a fondo, y que se esclarezca el incidente para que, en caso de haber existido alguna omisión o negligencia del fraccionador, se deslinde la responsabilidad y se castigue.
El joven de 14 años estaba por ingresar al tercer año de secundaria en el Liceo de Apodaca. Su pasatiempo era jugar tochito y futbol soccer.
Sus restos fueron velados en una funeraria de la avenida Morones Prieto, en la colonia Independencia, y sepultados en un cementerio de La Estanzuela, en el sector sur de la ciudad.
En la mañana se ofició misa de cuerpo presente en la parroquia San José, de la colonia Rinconada Colonia, de Apodaca.
Durante la celebración religiosa el sacerdote dirigió un mensaje a quienes conocieron al chico de 14 años, por quien también se rindió un minuto de aplausos.
Al finalizar la misa, una persona cercanas a la familia también dirigió unas palabras, tras lo cual la gente soltó globos de colores al aire que, en cuestión de segundos, invadieron el cielo.
Trascendió que el fin de semana los padres del adolescente presentaron una denuncia ante la Fiscalía para que se investiguen los hechos y se casigue si hay culpables.
Esta tragedia ocurrió la noche del sábado en la alberca o laguna artificial del fraccionamiento privado Dream Lagoons, que se ubica en la avenida Camino al Ojo de Agua, cerca del bulevar Carlos Salinas, en Apodaca.
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