Debido a la popularidad y las pocas reglas en las plataformas digitales de transporte como Uber y DIDI, choferes de taxi han decidido ofrecer la modalidad de manera irregular, expresó Osvaldo Martínez, presidente de la Agrupación de Taxistas Unidos del Estado de México (ATUEM).
“Las plataformas nos han invadido, dan precios más bajos y si fueran concesionados les diría que son una competencia desleal porque están aplicando servicios más bajos, a parte del tema de las plataformas, eso provocó que muchas bases dijeran, si las plataformas no pagan derechos, yo también voy a hacer lo mismo y se hacen pasar por conductores de plataformas”.
A pesar de que no hay un número preciso de unidades, señaló que han detectado algunos casos en lo que los taxistas optan por esta vía, a pesar de que se trata de una modalidad irregular ya que de acuerdo con la normatividad estatal ellos operan con reglas distintas.
Una de las diferencias más notables entre los taxis y los vehículos de plataforma digital, es la adquisición de una concesión, ya que es obligatoria para su operación. También deben de gestionar adquisición de un seguro con cobertura amplia que al año cuesta aproximadamente 20 mil pesos; además de la renovación de licencia cada año, que su precio oscila los 800 pesos, de acuerdo con información de la Secretaría de Movilidad.
En esta tesitura, el líder transportista pidió a la ciudadanía confiar en los taxis, ya que han demostrado ser unidades que pagan impuestos y en su mayoría, y tratan de mantenerse al margen de las disposiciones oficiales.
“La concesión de taxi, decirle a la población en general está ligada, esa la otorga el gobierno del Estado de México en este caso, el operador de taxi también debe de cumplir con una licencia y requisitos como el certificado de antecedentes no penales, un examen toxicológico, de conocimientos y de más, decirle a la población que también nosotros cumplimos con esos requisitos que nos solicita el gobierno del estado, entonces decirles que son requisitos confiables”.
Finalmente, destacó que al menos en el Valle de Toluca cerca de 90 por ciento del parque vehicular no rebasa los tres años de antigüedad, es decir, han dejado fuera los autos chatarra, toda vez que la normatividad mexiquense les pide emplear unidades con no más de 10 años de vida.
MMCF