La celebración del Día de la Madre, más allá de ser un reconocimiento para ellas, contribuye a fomentar las desigualdades que afectan a las mujeres, pero también a los hombres, afirmó la Consejera del Instituto Electoral de Tamaulipas (Ietam) Nohemí Argüello Sosa.
La presidenta de la Comisión de Igualdad de Género y No Discriminación, señaló que estos festejos visibilizan estereotipos y endosan a la madre el cuidado exclusivo de los hijos, cuando debe ser una tarea de ambos padres.
“Este tipo de festejos no favorecen la igualdad, debería haber un día de mamá y papá juntos para reconocer e ir transformando la cultura de que es a ella a quien le toca todo el cuidado de los hijos y sabemos que no es así”.
Considera que se debe ir trabajando en eliminar todas estas prácticas que generan diferencias y en consecuencia desigualdades que se traducen en discriminación.
“Siempre es importante mantener este equilibrio en la pareja y cierta independencia. Se debe también reconocer a ambos, pues a los papás no los festejan igual y tienen toda la razón en quejarse, también son importantes”.
Señala que esta discriminación cultural que tenemos en México y en el mundo, donde se le da a la mamá un papel desproporcionado dentro de la familia y no hay un reconocimiento de la importancia de la participación del padre, debe cambiar.
“A él se le mantiene como la persona que se encarga del sustento de la familia y no aporta acompañamiento ni cuidados a sus hijos e hijas, esta división de tareas no es igualdad y más ahorita en estos tiempos que muchas madres también tienen un empleo fuera de casa y viene a transformarse en una doble carga porque es a ellas a quienes les toca cuidar a los hijos”.
Concluye que festejar el 10 de mayo con bombo y platillo, más que ser una ventaja se convierte en una desventaja, porque oficialmente se reconoce que es solo ella quien está al cuidado de los hijos y de la casa, cuando, reitera, debe ser una tarea compartida. “Genera una doble jornada y un agotamiento total”