Con bailables, flores y regalos, los mexicanos han celebrado el Día de las Madres religiosamente cada 10 de mayo; las mujeres que son mamás son agazajadas con comida, pasteles y también se visitan los panteones, para recordar a las madres que ya fallecieron.
Antes de la pandemia, desde días previos al 10 de mayo, las calles se llenan de comerciantes que ofrecen rosas o adornos florales. Las tiendas y centros comerciales muestran sus ofertas desde ropa: el vestido que siempre quiso mamá, hasta vajillas y otros enseres domésticos que se venden a mitad de precio.
En las escuelas, los docentes preparan coreografías para que los niños ofrezcan sus mejores pasos de baile: un jarabe tapatío o un bailable de la canción de moda. Sin olvidar la manualidad que la creatura hizo: costurero, tortillero u otro objeto para el hogar, más que para la madre.
Mientras que en las empresas u organizaciones se preparan eventos para las mamás: desde las tradicionales Mañanitas con mariachi, una comida en su honor, hasta rifas de estufas, radios, ollas o incluso autos. En algunas se acostumbra darles el día libre o media jornada de trabajo.
Origen del Día de la Madre
Esta celebración se realiza en varios países en diversas fechas del mes de mayo. La idea surgió en 1908, cuando la estadunidense Ana Jarvis propuso el segundo domingo de cada mayo para homenajear a las madres de su país, inspirada en la memoria de su madre.
Fue hasta 1914 que por decreto del presidente Woodrow Wilson que la celebración del Día de las Madres se hizo oficial y la fecha se conoce por ser “una expresión pública de nuestro amor y reverencia por las madres del país”.
En México, la propuesta surgió de un periódico de circulación nacional que lanzó una propuesta similar a la Jarvis en 1922, sin embargo, esta idea fue para contrarrestar el auge del movimiento y de primer congreso feminista que se realizó en Yucatán, en el que se expuso el control de la maternidad como uno de los ejes de emancipación de las mujeres, acusan académicas como Sarah A. Buck, en su artículo “El control de la natalidad y el día de la madre: política feminista y reaccionaria en México, 1922- 1923”.
Desde entonces se han gestado diversas críticas a esta fecha que la han transformado hasta la que conocemos actualmente. Una de ellas es hacia los regalos: la mayoría señalaba que dar enseres domésticos (plancha, lavadora o licuadora) lejos de reconocer su valor en la faceta de madre, perpetuaba que el trabajo doméstico y de cuidados recayera en ellas.
Con el tiempo, ya no se recomendaba regalar estos enseres domésticos o flores, sino objetos como ropa, viajes, incluso vehículos.
En mayo de 1949 se inauguró el Monumento a la Madre cuya decía “A la que nos amó antes de conocernos”, esta no fue bien recibida por el movimiento feminista de entonces pues señalaban la imposición de la maternidad y no como parte de una decisión, por lo que en 1991, colocaron una placa en la que se lee “Porque su maternidad fue voluntaria”. Ambas placas fueron destruidas varias veces y fue hasta 1997 que se mantienen las dos placas de bronce.
Actualmente, algunos de los rituales como los festivales se continúan realizando en escuelas y centros de trabajo, pero los regalos sí cambiaron: se dejó un poco de lado los objetos para el hogar y ahora se opta por obsequiar un celular, una comida en el lugar de su preferencia o tarjetas de regalo para que se compre lo que desee. El fin es celebrar el Día de las Madres.
Este 2020 el coronavirus también cambiará la celebración para el Día de las Madres, el confinamiento que hay desde marzo y su prolongación hasta junio hacen difícil organizar festivales en su honor, preparar una comida especial o visitarla en su domicilio o en el panteón donde yacen sus restos, los cuales fueron cerrados la mayoría en la capital del país y en varios estados.
¿Cómo celebrarás el Día de Madres durante el confinamiento por la pandemia?
EB