Suye Suenaga, es una joven doctora y madre que desde hace algunos años se dedica a ayudar a más mujeres a que puedan cumplir su deseo de convertirse en madres, ya que es especialista en reproducción humana.
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Desde pequeña Suye Suenaga soñaba con ser doctora, el poder ayudar a la gente a sanar, a curar heridas o simplemente hacerlos sentir mejor, le llamaba mucho la atención por lo que desde entonces luchó por ese sueño ya que no se visualizaba de otra manera.
“La medicina desde pequeña fue mi inspiración, siempre tuve en mente que quería ser doctora, nunca me visualice haciendo otra cosa y siempre mi mentalidad era ayudar a las personas a sanar una herida, a un niño, quitar un dolor, me gustaba poder sanar a las personas, para mí era algo de decir ‘wow’ yo quiero hacer eso y fue mi objetivo”, dijo en entrevista para Milenio.
Es así que tan pronto pudo ingresó a la Universidad Autónoma de Sinaloa de donde es originaria para formalizar sus estudios y convertirse en una doctora, su dedicación y entrega hicieron que pronto lograra obtener su título y para seguir capacitándose viajó a Guadalajara en busca de nuevas oportunidades.
“Cuando salgo de mi carrera hacemos un año de internado y un año de servicio, ahora sí que todas las prácticas donde te terminas de enamorar de la carrera de medicina y dónde te das cuenta hacia qué área te quieres enfocar, terminé la carrera y siempre vi más posibilidades aquí en Guadalajara que en Culiacán que es donde yo estaba y me vine con la intención de probar algo diferente creyendo que acá podía haber más posibilidades o intentar hacer alguna especialidad, tengo familia acá y pues yo me vine. Empecé a hacer una especialidad, hice un diplomado en la Cruz Verde de urgencias médico quirúrgicas”, detalló.
Instalada en la Perla Tapatía la joven doctora entró en el ámbito del futbol en medicina deportiva, donde se topó con el machismo que se vive en este deporte, sin embargo, su talento la llevó a superar los obstáculos y ganar experiencia.
“Me siento totalmente bendecida, sin conocer nada en Guadalajara, sin conocer a ningún médico se me fueron abriendo las puertas de poco a poco, siempre tuve trabajo que siempre fue mi objetivo, entre al futbol como médico del deporte, estuve con equipos de primera división, hay mucho machismo en el fútbol y es algo difícil, pero fue una experiencia maravillosa la volvería hacer sí, pero por hobbie porque ahí ya no se puede crecer más”, señaló.
Fue ahí mismo que conoció al doctor Medina, ginecólogo y biólogo de la reproducción quien la invita a trabajar en su empresa Provida Fertilidad que, aunque recién comenzaba vino a cambiarle la vida por completo ya que se enamoró de la especialidad de la reproducción humana.
“Por azares del destino conocí al doctor Medina, el dueño de Provida, él me invitó a trabajar y fue como empecé en esta empresa, yo tenía tiempo las tardes entonces combinaba lo del futbol con esto, él tenía poquito que arrancaba su clínica y aquí empecé en el área de medicina regenerativa, me empezó a interesar mucho, me metía a las consultas con él y ya me iba dejando pacientes así fue que me fui involucrando y hasta que ya yo iba haciendo el seguimiento a mí me gustó mucho”.
Es entonces que la doctora decide especializarse por completo en la reproducción humana. “Tuve la oportunidad de hacer esta especialidad de reproducción humana, me voy a España a realizarla con una carta de autorización de aquí de la empresa de que ya tenía experiencia en este medio haciéndome cargo de los pacientes y me aceptaron en España y fue como hice la especialidad en reproducción humana en el Instituto Valenciano”.
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El ayudar a las mujeres a convertirse en madres es una sensación que Suye no puede describir, visiblemente emocionada por todas las satisfacciones que le da el ver a parejas lograr sus sueños de convertirse en padres la motiva a ser una mejor doctora y buscar todas las herramientas posibles para lograrlo.
“El área de la reproducción es un área muy bonita que muchos no tienen ni idea, no saben de tantas posibilidades que hay para lograr el sueño de ser papás, ahorita se les puede ayudar de muchas formas es un área muy bonita de mucho corazón, de frustración también porque te enredas tanto con las parejas en cuestiones de querer lograr su sueño, pero es muy bonito cuando tú logras y le dices a alguien estás embarazada que tienen años buscándolo y creían que nunca iban a poder quedar es un área muy noble de la medicina y trae muchas satisfacciones a mi persona”.
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Unos años después de entrar en Provida, Suye resultó embarazada, aun así, no descuidó en ningún momento a sus pacientes y, al contrario, entendió un poco más el llamado maternal y vivió en carne propia la ilusión de ser madre.
“Para mí fue la mayor bendición saber que estaba embarazada fue lo más bonito, entiendes mucho a los pacientes y te emocionas como médico. Yo fui una persona súper activa y lo sigo siendo, pero en todo mi embarazo gracias a Dios también me dio la oportunidad de poder seguir, no tuve tantos síntomas, entonces yo seguía en viajes, quirófanos, conferencias de todo, hice muy poquita panza eso me ayudó mucho porque yo podía seguir viajando, pude combinarlo perfectamente y regresé al trabajo cinco días después de mi cesárea no con todo el horario completo, pero si veía a mis pacientes porque sentía esa responsabilidad”, detalló.
Esto también le trajo enfrentarse a las adversidades de ser una madre trabajadora. “Es difícil, una vez que nace el bebé quieres estar con él y todo, cuando el bebé va creciendo y te dice ‘no te vayas mamá, quédate’, para mí como mujer ha sido difícil dejarlo y explicarle que tengo que salir de viaje porque el niño te necesita, yo trato de llegar y estar con él tiempo que se requiera, sí estoy en casa, estoy al cien con mi niño jugando o lo que necesite, él ahorita ya está en kínder y tengo que ir combinando todo, él entiende desde chiquito, le explico que mamá tiene que trabajar y me entiende perfectamente”.
El ámbito en el que se especializa Suye es en diagnosticar a las parejas, tanto al hombre como a la mujer en detectar qué es lo que no permite que ocurra una fecundación, a través de una serie de estudios, la doctora puede conocer cuales son estos impedimentos y comenzar un tratamiento apropiado para lograr un embarazo.
Por ahora Suye combina sus tareas como madre y como doctora que ayuda a mujeres a ser madres, y en general a las personas a convertirse en padres puesto que no se discrimina a las parejas que tengas este deseo y ella con gusto y profesionalismo lleva los procesos.
“Para mí es una gran bendición apoyar a las mujeres, yo soy madre y se lo que se siente, es un privilegio poder aportar un granito para que logren sus sueños, que sientan como se mueve el bebé en su vientre que logren ese sueño y más cuando vienen de años de intentarlo, es una bendición enorme, el mayor logro es para las parejas por todo los sacrificios que hacen”.
El pequeño Mateo su hijo se ha inspirado en ella y a su corta edad muestra un gran interés por curar y ayudar a las personas que, si bien Suye esta consciente de lo difícil que puede llegar a ser la carrera de la medicina, ella sin duda lo apoyará. “Él sabe que soy doctora, le encanta ayudar a la gente, él dice que quiere ser doctor, tiene su maletín y es el primero en querer curar a alguien, es muy inteligente pero ya Dios dirá, yo estaré ahí para lo que él decida”.
MC