Con recuerdo de accidentados, inicia festejo del Día de Muertos

De acuerdo a la tradición popular, cada 28 de octubre se recibe a las almas de las personas que murieron a causa de un accidente o de forma repentina y violenta.

Con flores de cempasúchil lucen adornadas cruces donde murieron personas víctimas de de algún accidente. (Agencia Enfoque)
Rafael González
Puebla /

En Puebla, cada 28 de octubre, familiares de personas que murieron accidentadas colocan desde temprana hora ramos de flores de cempasúchil y nube, además de veladoras, en distintas vialidades en memoria del ser o seres queridos que perdieron la vida.

De acuerdo con la tradición popular, también se hacen cruces con los pétalos de esta flor para que los fallecidos recuerden su último lugar en este plano terrenal.

La tradición que ha pasado de boca en boca dice que los muertos llegan al mediodía de cada día, entre el 28 de octubre y el 2 de noviembre.

El 28 de octubre se recibe a los que murieron a causa de un accidente o de forma repentina y violenta. El 29 a los ahogados. El 30 a los olvidados, es decir, aquellos que no tienen familia que los recuerde. El 31 a los que están en el limbo, esto es los niños que nunca nacieron. El 1 de noviembre a los niños y el 2 de noviembre a los muertos adultos.

De acuerdo con los especialistas, el culto a los muertos era una celebración de vida para los aztecas, una forma de sentir cerca a los seres queridos.

A diferencia del catolicismo, para nuestros antepasados el lugar a donde iban los muertos no dependía de cómo se hubieran portado en vida, sino de cómo habían muerto.

Por ello, Tlalocan (paraíso del Dios de la Lluvia) fue destinado para los ahogados, Omeyacan (paraíso del sol) para los que morían en combate o mujeres en el parto, Chichihuacuauhco para los niños y Mictlán para los que morían de forma natural.

Por su importancia y preservación, el ritual realizado en el Día de Muertos fue catalogado en el 2008 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Personajes que han muerto por accidente en Puebla

La gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso, y el senador del Partido Acción Nacional (PAN), Rafael Moreno Valle, junto con tres tripulantes más, murieron al desplomarse el helicóptero en el que viajaban el 24 de diciembre de 2018, en el poblado de Santa María Coronango.

Emmanuel Vara Zenteno, director de Gestión de Movilidad municipal de esta ciudad, murió el 21 de noviembre de 2018, tras ser atropellado, cuando viajaba en su bicicleta, por el conductor de una unidad de transporte público que no respetó el semáforo en rojo. El percance se registró en la avenida 11 Norte y la 4 Poniente a las 8:50 horas.

El 8 de enero de 2008, ocho personas, entre ellas cinco integrantes del Voluntariado de la Secretaría de Gobernación del estado, incluida Patricia Rosano Maldonado, esposa del entonces titular de la dependencia, Mario Montero Serrano, murieron al desplomarse el helicóptero en el que se transportaban, a la altura del municipio de Tepango de Rodríguez, en la sierra norte de Puebla, sitio al que acudieron a realizar la entrega de juguetes y cobertores para habitantes de esa zona serrana.

En el percance, también fallecieron Gabriela Henaine de Casas, Elizabeth Carpenter de Pereira, Carmen Torres Santamaría, Ivonne Carrillo Sedeño y Carlos Lesier Gamboa, quien fungía como director de Participación Ciudadana, así como los pilotos Enrique Valdez Sánchez y Édgar Morales Méndez.

El tecladista Randolph Isaiah Owens, de 39 años de edad, integrante de la banda norteamericana que dirige el guitarrista estadounidense Jack White, fue encontrado sin vida el 14 de octubre de 2014 en su habitación del Hotel Camino Real, ubicado en la Vía Atlixcáyotl.

El cuerpo del músico estaba dentro del cuarto número 1309, alrededor de las 10:00 horas, cuando sus compañeros del staff acudieron a despertarlo. Aunque la primera versión fue que bronco aspiro, el parte médico fue que infartó.

mpl

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