Día del Abuelo: otro año de celebrar lejos de la familia

Los adultos mayores están en un asilo y tendrán que pasar este festejo sin la compañía de sus nietos.

Adultos mayores pasan el Día del Abuelo sin sus familiares.
Antonio Campos
Ciudad Madero /

Por segundo año consecutivo la celebración del Día del Abuelo que se conmemora cada 28 de agosto, se estará desarrollando a puertas cerradas en los hogares tamaulipecos, esto debido al constante aumento de personas contagiadas de covid-19.

Esto obligará a los integrantes de las familias el tener que buscar otras alternativas de festejos para demostrar ese amor que tienen a los reyes del hogar, quienes por toda una vida de esfuerzo y dedicación han dado todo para sacar los adelante.

Y es que a pesar de que dejarán las grandes celebraciones con hasta 40 personas, se estará optando por un convivio en donde llegarán a participar un pequeño grupo alrededor de los abuelos sin dejar a un lado la implementación de las medidas sanitarias.

En estos momentos la prioridad es conmemorar a los adultos mayores quienes son la más grande influencia de los niños y jóvenes después de sus padres, y en su mayoría todavía brinda ayuda y apoyo emocional a las familias, lo que los convierte en grandes impulsores de los valores en la sociedad.

Y aunque esta pandemia de covid los ha alejado de sus nietos, un gran porcentaje de ellos se encargan de cuidarlos cuando sus progenitores no pueden hacerlo debido a que trabajan o llegan a fallecer.


Historias

El ex empresario Francisco Javier Guevara Palacios, de 71 años de edad, menciona que orgullosamente, tras el paso de su vida, logró formar una familia muy extensa que debido a la pandemia del covid-19, se les ha dificultado el poder visitarlo al asilo San Vicente de Paúl de la colonia Primero de Mayo de Ciudad Madero.

Narra que su vida ha sido de grandes emociones con el paso de los años, en donde logró ver el desarrollo y progreso de la urbe petrolera que le brindó esa oportunidad de continuar creciendo de manera profesional.

Francisco Javier Guevara Palacios. (Antonio Campos)

Comenta que por segundo año consecutivo no logrará disfrutar de los festejos del Día del Abuelo, debido a las restricciones que se han impuesto por el alto número de contagios que hay.

Esto lo obligó a mantenerse por más de año y medio alejado de sus seres queridos, quienes utilizan las nuevas tecnologías para poder mantenerse comunicados. Francisco narra que normalmente los 28 de agosto llegaban sus hijos, nietos y bisnietos para poder disfrutar en familia a un restaurante de Ciudad Madero en donde se hacía un pequeño festejo.

José Rutilio Castillo García, de 72 años, con domicilio actual en el asilo San Vicente de Paúl de la colonia Primero de Mayo de Ciudad Madero, dio a conocer que las redes sociales han sido las únicas aliadas para estar en contacto con su familia que enfrenta la contingencia sanitaria.

Menciona que su vida ha sido de grandes esfuerzos y sacrificios que sirvieron para formar un hogar estable, en donde cada uno de los miembros de la familia aprendió con el esfuerzo diario que es la base para lograr sus sueños a través del trabajo incansable.

José Rutilio Castillo García. (Antonio Campos)

Comenta el ex comerciante que ha sido más de año y medio que la contingencia sanitaria lo ha alejado de sus seres queridos quienes han tenido que sacrificar el gusto por verse para estar bien de salud. Expresa que será un 2021 muy triste y desolado, pero lo estará compensando con el cariño de los demás adultos del asilo San Vicente de Paúl, quienes a puerta cerrada festejaron en compañía de la hermana Concepción Ponce y demás auxiliares un Día del Abuelo bajo las más estrictas medidas.


Origen de la celebración en México

El Día de los Abuelos se celebra cada año en México el 28 de agosto desde 1983, cuando se instauró de manera oficial esta fecha en señal de reconocimiento por su gran labor en la familia y en la sociedad en general.

Mucho antes de la formalización de esta conmemoración, ya existía esta tradición de dedicar un día a las personas mayores del hogar, aunque no se sabe muy bien a qué tiempo se remonta la misma, ya que existen tres versiones sobre su posible origen, narra el historiador tamaulipeco Francisco Ramos Alcocer.

Menciona que una de las más conocidas es la del 28 de agosto, fecha escogida durante el gobierno de Porfirio Díaz, en el que se celebraba en conjunto con la fiesta de San Agustín de Hipona.

adultos mayores. (Secretaría de Bienestar Social)

Este fue un escritor, teólogo y filósofo cristiano que también fue obispo de Hipona, al norte de África y quien dirigió una serie de luchas contra las herejías de los maniqueos, los donatistas y el pelagianismo. 

Otra de las versiones señala que la fecha se toma a partir de 1957, gracias a un congreso médico presidido por los doctores Manuel Pelayo y Guillermo Marroquín, quienes propusieron la fecha del 28 de agosto para poder recordar el esfuerzo que han brindado estos abuelitos en el núcleo familiar.

Mientras que la tercera es una de las más conocidas, ya que se le atribuye el mérito al locutor de radio Edgar Gaytán, quien en su programa “La Hora Azul” instituyó este para dedicar a los adultos mayores el reconocimiento que merecen por guiarnos hacia una vida más prometedora.

Por ello desde 1998 se instauró en nuestro país el día 28 de agosto como el Día del Anciano. Esta denominación ha ido experimentando diferentes cambios con el fin de utilizar un lenguaje incluyente.

En la actualidad se le conoce como Día Nacional de las Personas Mayores, pues esta designación llega a incluir a abuelos como abuelas, además de todas las personas mayores que por una u otra razón no lograron tener descendientes.

Su significado religioso

El Día de los Abuelos no coincide en la misma fecha en todos los países, ya que generalmente, en aquellos lugares de cultura cristiana, este día se llega a festejar el 26 de julio, aprovechando los onomásticos de San Joaquín y Santa Ana, quienes fueron abuelos de Jesús.

La historia de los descendientes del Rey David apareció por primera vez en el evangelio apócrifo de Santiago, por lo que se conocen muy pocos detalles de sus vidas, menciona el sacerdote de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, Daniel Zapata Huesca.

Narra que en el caso de Joaquín, quien era un hombre adinerado, era natural de Nazaret de a región de Galilea, quien tenía la costumbre de regalar donativos a los pobres y necesitados en la sinagoga de Séforis, por lo que era admirado por su actitud piadosa.

Mientras que Ana procedía de Belén, región de Judea, en el evangelio se recalca su cuidado en hacer obras buenas y por su esfuerzo en la virtud, según la tradición, fue estéril por veinte años hasta que logró concebir a María que años más tarde se convertiría en la madre de Dios en la tierra.

Su vida se narra en La Leyenda Dorada, una compilación de relatos hagiográficos reunidos por el dominico Santiago de la Vorágine, a mediados del siglo XIII.

En San Joaquín y Santa Ana se reúnen algunos valores importantes de la cristiandad como la caridad, la solidaridad, la bondad y la esperanza, por lo que celebrar el Día del Abuelo se honran esas cualidades transmitidas por generaciones.



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