Desde hace miles de años los insectos han sido parte de deliciosos platillos en diversas regiones de México y el mundo. Como cualquier ingrediente, cada uno se caracteriza por su sabor, textura, olor y color, dando un toque único a una receta o platillo.
El rescate de este tipo de gastronomía se ha convertido en uno de los objetivos actuales, pues la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha señalado que los insectos, podrían ser considerados como el alimento del futuro, por sus amplios beneficios.
En el caso del Valle de Toluca ya se ofrecen distintos productos a base de estos animales como galletas, bebidas, suplementos alimenticios y tacos, con más de 40 variedades, para ello, se producen en granjas especializadas.
Uno de los promotores de esta alimentación es Yair Santana Solano, del municipio de San Mateo Atenco, quien lleva aproximadamente una década dedicándose al estudio de insectos para el consumo humano, y así fue como nació su pequeño negocio, que hoy ha logrado diversificarse.
En entrevista para MILENIO Estado de México puntualizó que al consumo de insectos también se le conoce como entomofagia y la FAO ha señalado que este ingrediente complementa la dieta de aproximadamente 2 millones de personas, y se trata de un hábito que siempre ha estado presente en la conducta alimentaria de los seres humanos; sin embargo, hasta hace poco la entomofagia no había captado la atención de los medios de comunicación, instituciones de investigación, chefs y otros miembros de la industria alimentaria.
“Empecé a investigar hace 10 años y me di cuenta que México ocupa el primer lugar mundial con más de 600 especies de insectos para consumo humano, pero hay poca gente que hace esta práctica”.
¿Cómo inició?
Para comenzar el proyecto, recordó Yair, dejó su trabajo y apostó todo su tiempo y esfuerzo a los insectos, y desde varios años, ha sido su motor para continuar aprendiendo y conociendo un poco más sobre este tema.
“Soy ingeniero, antes trabajaba como gerente de calidad en una empresa, duré como 10 años; pero dejé esa comodidad porque amo los insectos”.
Sostuvo que los insectos son muy nobles y nutritivos por lo que le gusta que la gente conozca las raíces mexicanas, así como la riqueza natural con la que se cuenta.
Ingeniero en Mantenimiento Industrial, y ahora estudiante de la ingeniería en Gestión de Proyectos, encontró en su pasión en estos animalitos, una forma de aportar su conocimiento y aminorar el impacto ambiental, que ha provocado la producción de otro tipo de alimentos.
Gran variedad
Actualmente, a través de este proyecto, Yair trabaja con más de 40 variedades de insectos.
“He consumido aproximadamente 80 tipos de insectos porque he viajado a distintas partes de la República, algunos son muy difíciles de conseguir ya sea porque se dan por temporada o que la gente no los vende para el consumo humano”.
Poco a poco, junto a su familia, se ha dado a la tarea de sumar de dos o tres insectos cada año, para ofrecer una gama más amplia y promover esta práctica.
En este negocio de tacos, un tanto fuera de lo usual, los que más han llamado la atención son los tacos de alacrán y araña, los cuales se sirven generalmente en tortilla de maíz, con una base de germen acompañados de un aderezo especial.
Otra de las variedades que más buscan son los escorpiones que, generalmente se sirven en Durango, los escamoles que pueden prepararse de distintas formas y se piden con mayor frecuencia en ferias y exposiciones en la Ciudad de México, para el caso de Morelos, las hormigas son el producto más buscado, así como en Tlaxcala y Puebla.
“Tratamos de ir a distintas comunidades para rescatar esa esencia y así poder plasmarlo y motivar a la gente para que lo pueda consumir”.
JASJ