Los crímenes de violencia de género son una realidad en nuestro país, pero en algunas ocasiones el desconocimiento sobre los diferentes ilícitos que existen vuelven confusos e incluso alteran algunos casos que se dan a conocer a la opinión pública, es por ello que de la mano de expertos conoceremos la diferencia entre un homicidio culposo en agravio de una mujer y un feminicidio.
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Es importante mencionar que el Artículo 312 del Código Penal del Estado Libre y Soberano de Puebla contempla el delito de homicidio, pero existen una serie de derivados como el doloso (cuando el asesinato es cometido de manera deliberada), culposo, (cuando el crimen ocurre por negligencia de algún tipo) y preterintencional (ocurre cuando la intención del agresor era lastimar, no quitar la vida y si se usa un objeto, este no sea un arma); hecho que puede agravar o atenuar el ilícito y a su vez la pena.
Asimismo, otros aspectos que existen en la comisión de estas investigaciones corresponden a, si el hecho fue vincular, por ejemplo, que existía una relación familiar o de cónyuge entre el criminal y su víctima. El homicidio simple que engloba a aquellos que fueron cometidos sin alevosía, ventaja o traición y sin premeditación; en su defecto, de tener agravantes se considera un homicidio calificado.
A decir del abogado Oscar Sánchez Terrones, abogado postulante de la firma Montalvo y Terrones, lo que hace diferente un feminicidio de un homicidio doloso en contra de una mujer es que "el crimen tiene razones de género, es decir que el delito se comete por razones de odio o agresión por el simple hecho de ser mujer"
Por otra parte, Marisol Calva, activista del feminismo, señala que existen algunas características en el crimen que pueden ser de utilidad para las autoridades y ciudadanía para identificar un feminicidio de manera rápida. Si en la comisión del ilícito existió algún signo de violencia sexual sobre la víctima. Que tenga lesiones infamantes o degradantes en el cuerpo, tales como cortadas o quemaduras. La exposición del cuerpo en un lugar público, hecho que constantemente buscan los feminicidios como símbolo de odio y mensaje de agresión en contra del género femenino, que según Marisol "es como un mensaje de lo que le puede pasar a las mujeres en caso de que se salgan de este orden de género que actúa en perjuicio de las mujeres", y otro se trata de cualquier tipo de relación con su victimario, ya sea sentimental, familiar o laboral, entre otros.
Dichos elementos son importantes para que las indagatorias se lleven a cabo con perspectiva de género por el delito de feminicidio, algo importante para diferenciar entre ambos crímenes y así conocer las estadísticas y circunstancias dañinas de una población para lograr emprender labores que ayuden a mitigar este tipo de actos delictivos con razones de género.
Es importante destacar que, a decir de los expertos, se estima que en México ocurren al menos 11 feminicidios por día, sin embargo, no existe la misma cifra de feminicidas entrando a prisión, hecho que vuelve aún más fundamental el identificar plenamente cada tipo de delito para generar estadísticas, censos, ubicaciones geográficas y demográficas que faciliten la implementación de trabajos integrales que ayuden a combatir y erradicar cada crimen, según lo merezca.
Óscar Sánchez, señala que el feminicidio es la expresión más grande de violencia de género contra mujeres, por lo que incluso cuando existió una previa denuncia por violencia familiar, abuso sexual u otras, el delito de feminicidio termina por absorber el resto del caso, por lo que la investigación se basa en ese ilícito, dejando de lado que el agresor pudo haber sido un violentador continuo de diferentes formas.
Además, Marisol Calva enfatizó que es importante conocer y difundir el violentómetro entre la ciudadanía, para que se conozcan a detalle los focos de alarma que podrían existir en nuestro entorno y así, combatir, evitar, denunciar y erradicar la violencia de género en nuestra sociedad.
AAC