Los directivos de las escuelas tamaulipecas hacen hasta lo imposible para regresar a clases presenciales, invierten sus propios recursos, hacen reparaciones, adaptan espacios y, cuando no tienen electricidad, hasta evalúan la posibilidad de conectarse en un parque.
En la primaria “Adolfo López Mateos” los niños llegaron a clases, a una escuela que en más de dos años no ha tenido ningún programa de infraestructura de ninguna autoridad, pero se animaron a aceptar a los niños para que aprendan.
En sus salones, contó la directora Eneide Flores Cruz, los maestros, los padres de familia y mediante algunas actividades, se ha adquirido gel, se han comprado pistolas desinfectantes y hasta equipos que miden la saturación del aire en espacios cerrados.
“Con mucho esfuerzo es como se tiene todo listo para que los alumnos regresen, hace falta mucho por hacer, se requiere más insumos de limpieza pero afortunadamente ya regresamos a clases”.
Un caso particular, es la primaria “Felipe de la Garza", ubicada en el Cascajal, en donde el director pidió permiso al municipio para conectarse en las instalaciones del parque 20-30, que está a un costado, con la intención de volver este día a clases, pero no tuvieron una respuesta satisfactoria.
En la primaria “Benito Juárez", que hace años se demolió y está prácticamente nueva, las autoridades estatales no querían aceptar a los niños porque la escuela no estaba inaugurada, pero por presión de los papás y directivos, abrirá a partir del lunes.
Son instituciones que ya regresaron a clases y otras que, pese a las carencias, tienen toda la intención de recibir a los menores de edad, porque aseguran que es necesario comenzar con la nueva normalidad.
EAS