Ante la serie de incendios que se han presentado en las zonas forestales de Valle de Bravo en la presente temporada, la Protectora de Bosques del Estado de México (Probosque), en conjunto con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), participa en el diseño de la estrategia de restauración integral de estas regiones.
Así como en esta región, ya se trabaja en el plan de restauración integral en todo el territorio estatal, a través de la participación de dependencias de los tres órdenes de gobierno, para lo cual se ha estudiado al Estado de México en 40 microcuencas, con su caracterización climática ambiental y balance hídrico, para seleccionar los diferentes trabajos que se requieren realizar en cada una de ellas y “no pensar que restaurar es simplemente reforestar”.
Foros
Como parte de estos trabajos, se realizó el foro “Ecosistemas resilientes al fuego”, en el que participaron dependencias de los tres órdenes de gobierno, integrantes de la academia como el Tecnológico de Estudios Superiores de Valle de Bravo y la Universidad del Medio Ambiente, ejidatarios de la región y organizaciones de la sociedad civil como el Fondo Procuenca y el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible.
En este encuentro, se establecieron 5 ejes de acción: Manejo integrado de cuencas Hidrográficas; Manejo Integrado del Fuego; Restauración Ecosistémica; Ubicación de Zonas Estratégicas de recarga de acuíferos en las cuencas Valle de Bravo-Amanalco; y el Manejo Forestal Comunitario para Economías Rurales Prósperas.
El objetivo, informaron, es aterrizarlos al proyecto de restauración integral, para dar atención a los acuerdos generados tras la emergencia y contar con foros permanentes que se adecúen a las necesidades y temporalidad del sector forestal con proyectos aplicados a la región.
En este sentido, el director general de Probosque, organismo que pertenece a la Secretaría del Campo, Alejandro Sánchez Vélez, destacó que esto será la base para que se reconozca a los bosques no solo como proveedores de madera, sino como base fundamental en la generación de servicios hidro forestales.
“Ahora los bosques no se verán como un medio para adquirir productos madereros, sino como proveedores de agua, hablamos de recursos hidrológico-forestales y la cuenca es la unidad básica de planeación que se convierte en agua, elemento integrador del análisis económico, social, tecnológico, político educativo conductual”, indicó.
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