Docentes de todos los niveles pasaron de la educación presencial a distancia, con lo cual tuvieron que adaptar su entorno, la convivencia familiar y el aprendizaje tanto del control de herramientas digitales como de emociones, por ello durante este proceso mostraron su capacidad de adaptación ante la crisis, afirmó Iris Rubí Monroy Velazco, durante su conferencia virtual Docentes Resilientes ante el Trabajo Académico y de Investigación en Cuarentena.
Como parte de las actividades del Simposio Educación, Tecnología, Didáctica y Resiliencia organizado por la Universidad Autónoma del Estado de México, mencionó que la llegada de la pandemia mostró las desigualdades sociales y la falta de reconocimiento de las necesidades particulares, principal reto de la enseñanza en línea.
“Los profesores debieron acoplarse y buscar los medios para atender a todos sus alumnos, darles seguimientos a las clases, tutorías y evaluaciones, sin embargo no todos tenían los conocimientos en el uso de plataformas digitales, además de que algunos alumnos no cuentan con computadoras personales o acceso a internet”.
Del contexto y el ánimo
Señaló que la transición se llevó a cabo en una semana, a lo que se sumaron las labores domésticas, la convivencia familiar, adecuar los espacios en el hogar y acoplarse anímicamente a los cambios, al aislamiento y al contexto actual.
“Las competencias emocionales son algo que debemos empezar a mirar, el aprendizaje no solo se enfoca al uso de las tecnologías sino también de las emociones tanto de los académicos, investigadores y alumnos”.
Para ello, dijo que se debe tomar conciencia de los sentimientos que se están experimentando, darle nombre e integrarlos como algo normal; fomentar rituales dentro de la casa y que se incluya el ocio.
“Estamos tan acostumbrados a que tenemos que se productivos que no queremos tiempo libre porque no sabemos que hacer con el, tenemos que pensar los beneficios que tiene a nuestra vida y a nuestra condición psicológico ya que el trabajo en el hogar es agotador”.
Recomendaciones de salud
Por último, invitó a los interesados a consultar el manual de la Organización Mundial de la Salud en el que se mencionan tres factores para mejorar la vida emocional: cuidar de uno mismo y de las personas cercanas, involucrarse en las labores domésticas y atender a los adultos mayores al ser población de riesgo.
KVS