Para don Pedro Padrón, el simple hecho de abandonar lo que fue su hogar por más de 50 años parece una posibilidad lejana a pesar de que su casa se encuentra en la zona más alta del Cerro del Chiquihuite y a menos de 10 kilómetros de la zona cero.
El hombre de 86 años compró en su juventud tres terrenos en el Cerro del Chiquihuite, el cual dos fueron repartidos entre sus hijos y el restante lo ocupa para reuniones familiares y almacenar a sus cerdos de engorda, que entre lechones y cerdos adultos suman más de una decena.
Precisamente su patrimonio forjado en más de cinco décadas, y sus cerdos a quienes alimenta y atiende, son su principal motivo para no querer abandonar el Cerro del Chiquihuite pese al riesgo que ello implica.
En entrevista para Telediario, don Pedro afirmó que no le da miedo ser el único en el Cerro del Chiquihuite, sin embargo, fue tajante al aceptar que el riesgo de derrumbe siempre estuvo presente "porqué supimos que era un riesgo, lo supimos desde el inicio, el gobierno también lo sabe que estábamos en un peligro y nunca nos dijo nada, no construyan, no hagan nada lo hicimos porque él estaba de acuerdo en todo es" dijo.
Foto: Graciela Olvera
El patio trasero de la casa de don Pedro son las laderas del Chiquihuite, unas angostas y empinadas escaleras comunican el área verde con la zona donde el hombre tiene a sus cerdos, la vista a la ciudad es impresionante, en una tarde despejada, la vista se pierde hasta el brillo del sol en la nieve del Popocatépetl.
"Viera de ver en la noche, hija, se ve preciosa la ciudad" así lo aseguró el señor con la vista cansada por el trabajo duro y una sonrisa en su rostro mostrando con orgullo un cachito de maravilla que tiene por la ventana.
Sin embargo, la cuestión del dinero también pesa en esta historia, pues el cemento y los ladrillos que edifican su hogar costaron el sudor de la frente de este señor.
"A mí que me paguen lo que tengo de construcción y me bajo por donde quiera, Otra de las cosas tengo mis anímales, tengo puercos no puedo dejarlo, como los voy a dejar, estoy dando de comer. No vamos a bajarnos porque ellos poden no creo, no lo voy a hacer" dijo.
Pese a las súplicas de sus hijos, nietos y bisnietos, que se encuentran en diversos albergues, don Pedro Padrón dice a todo quien le pregunté que no bajará de su montaña.
"Alguna solución habrá de dar el gobierno", afirma con la seguridad que le dan los años y la vista que le regala el Cerro del Chiquihuite, su cerro.
JLMR