Don Tomás trabaja bajo las inclemencias del sol

Comunidad

Desde hace más de veinte años produce ladrillos sin importar qué para sacar adelante a su familia

Trabajador/ Foto: Christian Rendón
Christian Rendón
Silao /

José Tomás Rocha se dedica a producir ladrillos desde hace 23 años, tiene 44 de edad y diario hace más de mil piezas sin importar que pase nueve horas o más bajo el sol.

Comienza a las seis de la mañana y termina hasta las tres de la tarde, pero dice que es la única opción que tiene para sacar adelante a sus cuatro hijos.

“Más de la mitad de mi vida he estado trabajando para este negocio de todos modos, aquí sale para estarnos manteniendo con lo del día pues, , ahí con lo del día la llevamos, ahí por lo menos dice uno: ‘ahí tenemos para seguirle al pasito a pasito’, no es bueno decir: ´yo no trabajo esto o el otro´, hay que echarle ganas aquí al trabajo” dijo.

Trabaja en una ladrillera que se encuentra afuera de su casa cerca del centro de la comunidad San Miguel del Arenal justo en el municipio de Silao.


Dijo que ese oficio lo aprendió de su padre, quien también se dedicaba a producir ladrillos y su padre lo aprendió de su abuelo, pero él todavía no se lo ha heredado a sus hijos por la corta edad que tienen: ocho, nueve y diez años.

Sabe que su trabajo es pesado por la fuerza física, pero en esta temporada por la inclemencia del clima tiene que trabajar bajo los rayos del sol y si le sale más trabajo, labora los extras por la tarde.

“Las meras horas del sol, ahí no la llevamos al pasito, lo poquito que se alcance a hacer en las horas donde haya claridad, ya le seguimos otro rato ya cuando la calor baja, entonces sí le seguimos otro rato y hasta que ya no se mire”, agregó.

Comentó que no se protege con nada más que con la bendición de Dios que es con la que se mueve todos los días.

Desde la hora que se levanta produce mil ladrillos él sólo, pues no tiene dinero para pagarle a un ayudante que le eche la mano.

En cuanto a la pandemia dijo que también le afectó a su familia, pero todos están acostumbrados a salir adelante y al menos él, que es uno de los pilares familiares, está sano y no se ha enfermado.


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