Drag Queen en Tampico: Cada noche su público heterogéneo las espera con ansias

Reportaje

“Somos un grito de aquí estamos, no nos vamos, volteen a vernos para que se maravillen, nuestro show es arte y que nos dejen de estigmatizar, se pueden sorprender mucho y agradar bastante”

Cexilia Gramos, Alessia Blossom y Suggar Blood. (Instagram)
Tampico /

Mientras la noche comienza a asomar su cara y corre la invitación a la diversión, en algún punto de la zona sur de Tamaulipas ellas, poco a poco, comienzan a delinear sus rostros y a trazar las líneas de sus personajes. 

El maquillaje es considerado, a nivel cultural, un ritual sagrado desde tiempos ancestrales. 

Tras horas de dedicación y empeño, el performance ha terminado; la metamorfosis da paso a tres exuberantes Drag Queens dispuestas a dejarlo todo en su escenario para satisfacción de sus seguidores. 

El arte del drag es una forma de expresión artística y cultural que consiste en la personificación de un personaje exagerado y, generalmente, femenino. 

Las Drag Queens, quienes usualmente son hombres, se visten y actúan con una apariencia femenina extravagante para propósitos de entretenimiento. 

El drag no debe confundirse con la identidad de género; es un performance que celebra la diversidad y desafía las normas tradicionales de género. 

Víctimas vivientes de la pandemia, el encierro las llevó a reinventarse a partir de sus gustos por los reality shows sobre Drag Queens. 

Cexilia Gramos, Alessia Blossom y Suggar Blood. (Víctor Hugo Martínez)

Invierten en hacer sus propios vestuarios y en maquillarse, lo cual se refleja en sus ingresos por sus presentaciones que alcanzan el ámbito nacional e internacional. 

Una forma de protesta 

“¿Será que también puedo hacerlo?”, se cuestionó hace aproximadamente tres años Cexilia Gramos. 

"El Drag es una forma de expresión, una forma de protesta y puedes comunicar muchísimas cosas. De ahí viene también mi profesión que yo fuera Drag, me dedico a la comunicación y al diseño gráfico. Fue como una bomba de poder explotar todo ese conocimiento y comunicar cosas de otra forma, que es el show”.

Ante el planteamiento de si Tampico es considerado conservador, indica: “Todavía es conservador que, poco a poco, ha ido teniendo la apertura para este arte. Parte de esta gran apertura es Kiki Club, el lugar donde trabajo, que contrata 10 dragas y dice ‘quiero mostrárselo a Tampico’”.

Asegura que ya son más conocidas, reflejo de la paulatina apertura en la sociedad.

Todos pueden ser Drag 

Alessia Blossom empezó con el gusto por las pelucas y vestuarios. 

“Si lo intento, puedo lograr hacerlo, que sea buena, que le eche muchas ganas, porque sí es algo que me gusta. Cuando algo me gusta, lo doy todo, entonces lo empecé a intentar; empecé a comprarme peluquitas, empecé a maquillarme en mi casa”, recuerda sobre sus inicios como drag. 

“Soy un chico gay; no tiene nada que ver que un hombre heterosexual pueda hacer drag. Una mujer puede hacer drag; de hecho, hay muchas mujeres que hacen drag. Aquí en Tampico sí hay mujeres que lo hacen”, enfatiza. Se encuentra ante la disyuntiva de compartir su trabajo con la familia. 


“Ellos me quieren mucho y me apoyan en mi orientación y todo. Estoy pensando en cómo decirles, decirles ‘oigan, miren, es lo que hago, esto es lo que he logrado’, porque la verdad he logrado muchas cosas. 

“Me pasa mucho, se me acercan muchas familias y muchas niñas, más que nada las niñas y las mamás, y me dicen: ‘Ay, qué bonita estás, mi hija dice que eres una princesa, que pareces Barbie y que quisiera tomarse una foto contigo’”, expresa sobre su espacio en la sociedad. 

“La gente nos exige” 

Suggar Blood destaca, además de su caracterización, por su altura. Con antecedentes en el teatro de preparatoria, incursiona en la cultura drag. 

“Estoy haciendo lo que hubiera hecho en teatro: bailo, canto, checo mi vestuario y me maquillo. Todo lo artístico lo concentras en el drag. El teatro es más pasajero; interpretas un personaje por temporadas”, dice. 

En su caso, crea y arma todo el concepto del personaje, partiendo de vectores extravagantes, colores y pasando por el vestuario. 

“Hay fotos de nosotras de hace un año y ahorita nos vemos muchísimo mejor. Evolucionamos; si a la gente le gustamos desde el inicio, la gente misma nos exige mejores vestuarios, shows, pelucas, y no nos podemos quedar atrás. Nos ponemos las pilas y nos aplicamos”. 

Sobre su entorno familiar, señala tener su apoyo y cariño, sobre todo en relación a su seguridad. Incluso su mamá y otros familiares han acudido a verla en sus presentaciones. 

Dj y Drag 

Con amplio bagaje por su acercamiento con drags internacionales durante su estancia en Puerto Vallarta, Sissy Versace regresa al puerto jaibo y empezó su búsqueda de una comunidad drag, hasta que encontró un punto de encuentro, Kiki Show Club. 

Ante las críticas de algunas personas, al igual que sus amigas dragas, siguió adelante. Después de un viaje a Nueva York encontró la inspiración para desarrollar una carrera como DJ que compagina con su caracterización como drag. 

Sissy Versace

“Nació de la necesidad de expresarme mediante la música, verme fabulosa y mezclar canciones que me gustaría escuchar en la fiesta. 

“Cada beat que toco encuentro la fuerza para superar mis límites. El arte drag y ser DJ me permite transformarme, desafiar expectativas y celebrar mi auténtico yo”. puntualiza.


SJHN

  • Víctor Hugo Martínez

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