Todos contamos con un conocido al que recurrimos para una asesoría con una llamada telefónica, el amigo que comparte memes por Facebook, o a varios colegas de trabajo en un grupo de WhastApp.
Y con el paso de la crisis sanitaria por el SARS-COV-2, cada vez es más frecuente contar con un contacto que ha fallecido por enfermedades derivadas del coronavirus. La pregunta que las personas se hacen es ¿qué hacer con ellos?, o bien, ¿a qué tiempo es prudente borrarlos?
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La decisión no es fácil y es un nuevo panorama ante la tradición milenaria de rendir tributo a nuestros muertos, responde Sanjuana Gómez Mendoza, catedrática de la Escuela de Psicología de la Universidad de Monterrey (UDEM).
Al estar próximos a cumplirse un año del primer registro de coronavirus en Nuevo León, que a la fecha ha dejado 8 mil muertes, hemos sido testigo de cómo cambiaron los servicios funerarios, al organizarse rezos online y misas por Facebook.
“En los primeros meses no se pudieron hacer y nos preguntamos ‘¿qué hacemos?’, pero los mismos seres humanos somos capaces de crear e innovar, y lo estamos haciendo ahora con las misas o rosarios virtuales”, explica la profesora de la UDEM Sanjuana Gómez Mendoza.
Duelo en redes sociales
Los procesos de duelo han sido practicados por la humanidad desde hace más de 10 mil años, según estudios antropológicos. Desde entonces, las personas se han encargado de despedir a sus seres queridos.
Con la irrupción de las redes sociales en el siglo XXI, pronto abrieron opciones para el manejo, o eliminación de las cuentas de personas que han muerto; pero con la llegada de la crisis sanitaria por covid-19, todo cambió.
Los expertos señalan que ahora se vive un doble duelo, el “normal” al perder físicamente a un ser querido, y uno de redes sociales, que en Facebook permite el recordatorio de la persona a través de sus “recuerdos”, o de mantener vigente su contacto en WhastApp, por mencionar algunos.
“Hay un duelo ahora con las redes sociales. Ahora nos está tocando a todos la dolorosa experiencia de alguien quien ya no está con nosotros pero que está en Facebook, Instagram, en grupos de WhatsApp, y empieza la gran pregunta ¿quién lo va a eliminar?”, señala la especialista.
Un caso personal fue el que vivió la profesora Sanjuana Gómez, que en un grupo de WhastApp se borró de manera inesperada a un contacto recién fallecido. Ahí la decisión la tomó la familia, quienes al realizar los trámites con la compañía telefónica dio de baja el número.
Pero de este doble duelo existen efectos positivos. El mantener a nuestros contactos fallecidos en redes es parte del proceso de duelo, al tener la posibilidad de enviarles un mensaje de agradecimiento y cariño, aún sabiendo que no responderán.
“Un punto de vista positivo es que al emerger estos recuerdos nos permitirá sanar las heridas. Esos flashazos que de manera natural teníamos como parte del duelo, ahora nos los manda Facebook. Esto implica darnos un nuevo espacio para revisar y continuar con el duelo”, explica.
¿Cuándo pedir ayuda?
En los procesos de duelo es normal manifestar emociones como tristeza, llanto o extrañar a la persona querida. Pero la situación cambia cuando aparecen síntomas como insomnio prolongado, cambios drásticos de humor o alteraciones en la alimentación, pues son señales para pedir ayuda.
“Es normal que estemos tristes, que lloremos de vez en cuando, que cuando recordemos a la persona podamos sonreír o llorar, a todos nos pasa. Pero cuando observamos estos otros síntomas es señal de cuidado, hay que buscar ayuda”, refiere la especialista.
La UDEM, a través de la Escuela de Psicología, cuenta con el Centro de Tratamiento para la Investigación de la Ansiedad y Depresión (CETIA) en el cual se están ofreciendo servicios de apoyo a la salud mental para la población.
El servicio se está realizando a través de videollamadas, los interesados pueden comunicarse a los teléfonos 81835690 y 99, o bien consultar la página electrónica www.udem.edu.mx.